Concentración

Los empleados de Sabic protestan por la aplicación de un nuevo ERTE

La plantilla considera que se trata de un movimiento de la empresa para cerrar de forma definitiva la planta de Lexan 2 en Cartagena

Los trabajadores de Sabic se concentraron este martes a las puertas de la factoría.

Los trabajadores de Sabic se concentraron este martes a las puertas de la factoría. / L.O.

Unos 200 trabajadores de la planta que la multinacional saudí fabricante de plásticos, Sabic, tiene en La Aljorra (Cartagena), se concentraron este martes a las puertas de la fábrica para protestar por el nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que la empresa quiere aplicar desde julio a diciembre. Este, al igual que el que todavía estaba vigente hasta junio, podría llegar a afectar en torno a unos 200 o 250 trabajadores, según estima el presidente del comité de empresa, Pascual Sánchez (CC OO).

Los empleados llegaron incluso a cortar incluso la carretera que da acceso a la planta, mientras portaban pancartas que rezaban frases como “No al ERE en Sabic, cero despidos”, “Los trabajadores de Sabic, por un convenio justo y sin discriminación” o  “Basta ya de mentiras, exigimos un futuro real”.

El primer ERTE que la empresa aplicó se debió al incremento del precio de la energía, a consecuencia de la guerra de Ucrania y la bajada generalizada de la demanda. Sin embargo, en esta ocasión se trata de un motivo diferente, pues el coste del gas natural ha bajado a cifras similares a las de 2015. “La multinacional argumenta ahora que los costes de producción han aumentado, mientras que han caído los precios de venta”, asegura el presidente del comité de empresa.

Los trabajadores consideran que esta explicación es “un engaño” y que con esta maniobra “la empresa está propiciando el cierre definitivo de la planta Lexan 2, parada desde octubre del año pasado, para trasladar la producción a China y Arabia Saudí”, algo que sospechan que podría suceder “a finales de este 2023 o a principios de 2024”. Este movimiento “supondría un impacto en 200 empleos directos”.

“Esto es un suma y sigue a la moral baja que ya tenían los trabajadores de la empresa. No salimos de una y ya estamos en otra. Genera frustración y malestar en la plantilla, pues vemos el futuro muy incierto”, denuncian.

A partir de la semana que viene el comité de empresa llevará a cabo unas jornadas de negociación con la dirección que se extenderán durante 15 días. Ahí obtendrán toda la documentación sobre el asunto y podrán ver el alcance real que tendrá el ERTE. Los empleados quieren que “se lleguen a unos términos parecidos o mejores que los que tienen ahora, con la cobertura del 100% de los salarios y con un ERTE rotativo, para que haya el mínimo paro posible”. 

En el caso de que se produjera finalmente el cierre, como sospechan, trabajarían “con un plan de recolocación interna, de bajas incentivadas y de planes de renta”. Además, se han puesto en contacto con la Agencia Local de Empleo del Ayuntamiento para que “los trabajadores que tengan que abandonar la empresa de forma forzosa puedan buscar una salida”. En este sentido, la plantilla de Sabic cuenta con el apoyo de la Administración local. La alcaldesa, Noelia Arroyo, se puso en contacto con ella la semana pasada y les trasladó su apoyo.

“La decisión no afecta a otras plantas”

Por su parte, la dirección de la empresa de Sabic ha hecho oficial su decisión de prorrogar la suspensión de la producción de la planta Lexan 2. “Sabic mantiene su voluntad de apoyar a todos sus empleados, y sigue comprometido con clientes, proveedores, empresas contratistas y otras partes interesadas para abordar cualquier inquietud”, aseguran fuentes de la multinacional consultadas por La Opinión. “El compromiso de Sabic con la seguridad y salud de sus empleados, la comunidad y el entorno en el que se opera sigue inamovible”, explican, al mismo tiempo que afirman que “la decisión no supone un impacto directo sobre las otras plantas de producción de Cartagena”. Lexan 2 es la segunda planta -de las cuatro que tiene- que la factoría para en dos años. En 2020 cerró la primera de las cuatro, que estaba dedicada a la fabricación Ultem, un plástico resistente con aplicaciones en la industria automovilística, que no ha llegado a reanudar su producción.