Esta mañana una decena de activistas se concentraban con pancartas en la entrada del Puerto de Cartagena para reivindicar la prohibición de la exportación de animales a países fuera de la Unión Europea a raíz del barco Karim Allah atracado en Cartagena que llevaba casi 900 terneros que tras ser rechazados en Turquía y Libia seguramente tendrán que ser sacrificados si se siguen las recomendaciones de los técnicos sanitarios.

La ONG Igualdad Animal con sede en Madrid convocaba ayer esta manifestación para evidenciar, poniendo de ejemplo a este barco, la imposibilidad de "asegurar las condiciones de sanidad ni de bienestar animal hasta destino". En esta también han participado voluntarios de la Coordinadora por los Derechos Animales de la Región de Murcia que acudían con la compañía de dos galgos. Al no disponer de permiso, han decidido no manifestarse más de diez personas.

Bea Medina, técnico de campaña de Igualdad Animal España venía como representante desde Madrid para liderar esta protesta: "Exigimos al Gobierno la prohibición del transporte de animales vivos fuera de Europa porque no garantiza el bienestar de los animales". A su vez, pide que se actúe para no repetir errores en el barco que partió de Tarragona con más de 1.700 animales. "Se encuentra en Chipre y queremos que vuelva al puerto de Tarragona", explica la activista Medina.

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"Este caso ha destapado los trapos sucios del transporte de animales", piensa Amparo Marín, portavoz de la Coordinadora por los Derechos animales de la Región de Murcia. Además, Marín asegura que este tipo de transporte no cumple con la legislación europea porque no se les puede realizar un seguimiento en cuanto zarpan, en esta caso, del puerto de Cartagena. "Se les perdió el rastro en cuanto salieron de España. Estas vacas han pasado dos meses de agonía en alta mar para ser sacrificadas. Que se transporte la carne, no al animal vivo", argumenta la portavoz de la plataforma animal.

La diputada en la Asamblea Regional de Unidas Podemos, María Marín, se ha personado en este acto para "apoyar a los colectivos animalistas. Queremos modificar los protocolos de transporte por el bienestar del animal a través de nuestros eurodiputados y el Ministerio". La diputada Marín se encuentra desolada tras conocer el posible sacrificio de las 900 reses que se encuentran en el puerto ya que cree que si las cosas se hubieran hecho bien, no hubiera sido necesario.