Seis personas, entre ellas una mujer embarazada, murieron arrolladas por una locomotora en el paso a nivel de Barrio Peral en 1979. Fue la mayor tragedia ferroviaria que vivieron en este emblemático barrio cartagenero, pero no la única. Hace doce años que sus residentes ya no tienen que mirar a derecha y a izquierda, ya que en noviembre de 1998 el tráfico de trenes se desvío para que no pasara junto a las calles y casas. Hoy, la vía ha desaparecido por completo del barrio y sus vecinos lo celebran.

Las obras para convertir el antiguo trazado del ferrocarril en una vía verde para peatones y ciclistas avanzan según lo previsto y ya no queda rastro de las vías. Ya se ha cubierto la antigua trinchera que separaba los barrios de Las Cuatrocientas y Los Barreros del Barrio de Peral, uniendo al mismo nivel las calles de estos barrios y se han eliminado los taludes de la zona de Mandarache.

Para dar por finalizada esta primera fase de nivelación y movimiento de tierras, resta la eliminación del puente peatonal de la calle Fuendetodos, que se ha retrasado porque era utilizado por las compañías telefónicas para desplegar sus servicios entre uno y otro margen del antiguo trazado y ha sido necesario convenir con ellas su desvío.

A partir de ahora, las obras se centran en la construcción de una línea de pluviales de unos 800 metros de longitud que se encargará de recoger el agua de lluvia a lo largo de la vía verde. Igualmente, en los próximos días, la empresa adjudicataria, Ealsa, empezará a ejecutar las obras de urbanización en la zona más próxima al centro comercial Mandarache, con la colocación de bordillos y canalización de los servicios de alumbrado.

Las obras comenzaron a finales del mes de junio con un presupuesto de un millón y medio de euros. Se trata de uno de los proyectos considerados estrella por el II Plan E de Cartagena, junto con el del Parque Arqueológico del Molinete, y tiene un plazo de ejecución de unos ocho meses.

Una de las principales virtudes de este proyecto es que eliminará la actual barrera física que separa los barrios de Peral con Los Barreros y Cuatro Santos, con una longitud de unos dos kilómetros, para convertirlo en paseo adaptado para el uso de peatones y bicicletas.

La construcción de esta vía verde es una de las viejas reivindicaciones de los vecinos de los barrios implicados, que dieron origen a las gestiones llevadas a cabo por el Ayuntamiento con Adif para alcanzar un acuerdo de permuta de los terrenos del antiguo trazado.

El paseo resultante arrancará al mismo nivel de la rotonda de Los Barreros y con una suave pendiente irá descendiendo barrio abajo hasta las inmediaciones del Centro Comercial Mandarache, eliminando la barrera física de separación entre los tres barrios y permitiendo una conexión peatonal entre ambos, cosa que hasta ahora no era posible por la trinchera del antiguo trazado ferroviario.