Un murciano espanta a su cita de 'First Dates': huye del restaurante

Esto es lo que ocurrió cuando María vio a Luis por primera vez en el programa presentado por Carlos Sobera

El pasado 29 de noviembre 'First dates' estrenó un nuevo programa un formato inédito hasta la fecha que se emitió por primera vez en el exitoso programa presentado por Carlos Sobera. Pero, lejos de consolidarse como un formato estable a largo plazo, ha sido cancelado con la misma velocidad con la que se anunció tras lo ocurrido con varios concursantes, entre ellos una joven murciana que recurrió al programa para encontrar una pareja estable.   El nuevo 'First Dates' probó un dinámica nunca vista hasta la fecha. La versión original se trataba del mismo programa de citas a ciegas, pero con una interesante característica los solteros y solteras iban con los ojos tapados durante toda la cita hasta que, al final de la cena, descubrían quién era su acompañante y decidian si querían una segunda cita con él.   Este tipo de citas, llamadas 'blind dates' o 'citas a ciegas' tenían una sola premisa los comensales no podrán ver nada durante el tiempo que pasen con su cita y se limitarán solo a escuchar oler o sentir.   La experiencia de una murciana disuade a 'First Dates' de su última ocurrencia Uno de los motivos que pueden explicar por qué este tipo de citas no han tenido mayor continuación dentro del programa de Carlos Sobera, puede estar en lo que ocurrió con una comensal murciana el pasado 29 de noviembre. Aunque no hay forma feaciente de comprobar la causalida entre estos hechos y la no repetición del 'blind dates' y, de hecho, el programa tampoco ha comunicado oficialmente que no vaya a volver a repetirse, podría parecer que existe cierta relación entre el fracaso manifiesto del encuentro entre la murciana y el valenciano y el no haber vuelto a tener noticias sobre este curioso formato.   Una de las citas a ciegas que se celebraron esta semana propició el encuentro entre Ángel y Carmen María un valenciano y una murciana que cenaron juntos en el programa de Mediaset y demostraron por qué no es tan buena idea como puede parecer el organizar una cita literalmente a ciegas.  Él buscaba a una mujer para disfrutar mucho mientras que ella esperaba alguien con quien iniciar una relación estable. Aunque no se vieron en toda la cena porque ambos llevaban los ojos tapados. Al igual que el resto de comensales, se sentaron a la mesa con un antifaz con la intención de centrarse en la conversación y en los sabores.   El encuentro tuvo éxito ambos tenían muchas cosas en común, ya que se dedicaban a la enseñanza y al aprendizaje y viven en lugares con una cultura mediterránea similar y a una distancia relativamente cercana. Además, los dos descubrieron que a ambos les gusaba mucho la música, y el valenciano incluso se atrevió a confesar que le encantaba cantar y hasta le dedicó unos versos a la murciana. La joven reconoció que no me han cantado nunca en una primera cita, así que me ha gustado mucho el detalle.   La química entre ambos a partir de este momento fue tanta que incluso acabaron cogiéndose de las manos. El tono de la conversación subió tanto que incluso llegaron a decirse picardías. Tras una conversación sobre la importancia del sexo en la pareja, el valenciano reconoció que era una persona muy pasional, a lo que Carmen María le replico insinuante que habría que comprobarlo.   Parecía que todo iba a pedir de boca hasta que pasó lo único que podía pasar y es que, cuando llegó el momento de quitarse los antifaces y llevar a término este ocurrente experimento de 'First Dates', le programa entero se desmoronó ante la reacción de la murciana.   Tras haber reconocido ambos que les gusataría seguir viéndose más allá de las cámaras, se quedaron los antifaces y ocurrió lo peor que podía pasar Ángel confirmó que estaba enamorado de su compañera, pero la murciana no sintió lo mismo y rechazó al de Valencia.  La explicación que dio la murciana y que hunde todo el planteamiento de 'blind dates' es que se imaginaba otro tipo de físico. Tras este hachazo a la moral del soltero, terminó de rematarlo con la frase Yo me veo más como amiga tuya que como pareja. Prefiero conocerte como amigo.En cuanto al físico, no me atrae demasiado tu físico.

El pasado 29 de noviembre 'First dates' estrenó un nuevo programa un formato inédito hasta la fecha que se emitió por primera vez en el exitoso programa presentado por Carlos Sobera. Pero, lejos de consolidarse como un formato estable a largo plazo, ha sido cancelado con la misma velocidad con la que se anunció tras lo ocurrido con varios concursantes, entre ellos una joven murciana que recurrió al programa para encontrar una pareja estable. El nuevo 'First Dates' probó un dinámica nunca vista hasta la fecha. La versión original se trataba del mismo programa de citas a ciegas, pero con una interesante característica los solteros y solteras iban con los ojos tapados durante toda la cita hasta que, al final de la cena, descubrían quién era su acompañante y decidian si querían una segunda cita con él. Este tipo de citas, llamadas 'blind dates' o 'citas a ciegas' tenían una sola premisa los comensales no podrán ver nada durante el tiempo que pasen con su cita y se limitarán solo a escuchar oler o sentir. La experiencia de una murciana disuade a 'First Dates' de su última ocurrencia Uno de los motivos que pueden explicar por qué este tipo de citas no han tenido mayor continuación dentro del programa de Carlos Sobera, puede estar en lo que ocurrió con una comensal murciana el pasado 29 de noviembre. Aunque no hay forma feaciente de comprobar la causalida entre estos hechos y la no repetición del 'blind dates' y, de hecho, el programa tampoco ha comunicado oficialmente que no vaya a volver a repetirse, podría parecer que existe cierta relación entre el fracaso manifiesto del encuentro entre la murciana y el valenciano y el no haber vuelto a tener noticias sobre este curioso formato. Una de las citas a ciegas que se celebraron esta semana propició el encuentro entre Ángel y Carmen María un valenciano y una murciana que cenaron juntos en el programa de Mediaset y demostraron por qué no es tan buena idea como puede parecer el organizar una cita literalmente a ciegas. Él buscaba a una mujer para disfrutar mucho mientras que ella esperaba alguien con quien iniciar una relación estable. Aunque no se vieron en toda la cena porque ambos llevaban los ojos tapados. Al igual que el resto de comensales, se sentaron a la mesa con un antifaz con la intención de centrarse en la conversación y en los sabores. El encuentro tuvo éxito ambos tenían muchas cosas en común, ya que se dedicaban a la enseñanza y al aprendizaje y viven en lugares con una cultura mediterránea similar y a una distancia relativamente cercana. Además, los dos descubrieron que a ambos les gusaba mucho la música, y el valenciano incluso se atrevió a confesar que le encantaba cantar y hasta le dedicó unos versos a la murciana. La joven reconoció que no me han cantado nunca en una primera cita, así que me ha gustado mucho el detalle. La química entre ambos a partir de este momento fue tanta que incluso acabaron cogiéndose de las manos. El tono de la conversación subió tanto que incluso llegaron a decirse picardías. Tras una conversación sobre la importancia del sexo en la pareja, el valenciano reconoció que era una persona muy pasional, a lo que Carmen María le replico insinuante que habría que comprobarlo. Parecía que todo iba a pedir de boca hasta que pasó lo único que podía pasar y es que, cuando llegó el momento de quitarse los antifaces y llevar a término este ocurrente experimento de 'First Dates', le programa entero se desmoronó ante la reacción de la murciana. Tras haber reconocido ambos que les gusataría seguir viéndose más allá de las cámaras, se quedaron los antifaces y ocurrió lo peor que podía pasar Ángel confirmó que estaba enamorado de su compañera, pero la murciana no sintió lo mismo y rechazó al de Valencia. La explicación que dio la murciana y que hunde todo el planteamiento de 'blind dates' es que se imaginaba otro tipo de físico. Tras este hachazo a la moral del soltero, terminó de rematarlo con la frase Yo me veo más como amiga tuya que como pareja. Prefiero conocerte como amigo.En cuanto al físico, no me atrae demasiado tu físico.

El programa de Carlos Sobera vivió el pasado viernes un momento insólito: una joven catalana de 32 años puso pies en polvorosa cuando vio, sentado en la barra del famoso restaurante de 'First Dates' a un murciano.

La espontaneidad de los pretendientes y el casting que se realiza desde producción hacen que los programas de este date-show estén siempre llenos de momentos desternillantes: como la famosa confusión entre una pareja por la ubicación de Cartagena en Murcia o en Colombia o la confusión viral de Hellín por "gym".

La clave para el buen funcionamiento de 'First Dates' siempre ha sido la naturalidad de sus asistentes: frente a otros programas donde los concursantes son profesionales o tienen un objetivo personal más allá de la participación en el programa, en esta entrega de Carlos Sobera todo suele ir como la seda. Tanto que no son pocas las parejas que han nacido de su visita al restaurante, que se han casado o que han tenido hijos.

Entre las características más aplaudidas del programa está su apuesta por la diversidad, visibilizando todo tipo de orientaciones sexuales, de expresiones de género, de nacionalidades y otros elementos que se encuentran infrarepresentados en otras producciones audiovisuales.

Una de las mezclas más eficaces en 'First Dates' se da cuando se propone como pareja a personas de distinta procedencia, ya que la conversación sobre las diferencias o similitudes culturales suele ser un buen ariete para romper el hielo durante los primeros minutos.

Pone pies en polvorosa al ver su cita por primera vez en 'First Dates'

Este gran momento de la historia de 'First Dates' se produjo gracias a una confusión: Luis, un trabajador social murciano de treinta años se presentó explicando que buscaba alguien a quien conocer poco a poco. Entre los rasgos de su personalidad que describió estaba el interés por la música, en concreto por el heavy metal; y por las películas de terror.

Su cita estaba planeada con María, una joven de 32 años procedente de Cataluña que llegaba al restaurante de 'First Dates' sin mucho interés. La sorpresa llegó cuando vio a su cita de espaldas y se quedó completamente lívida.

Ante la exagerada reacción de la catalana, que prácticamente salió huyendo del restaurante, Carlos Sobera le preguntó qué ocurría: "¿Qué ha pasado? Has puesto una cara...¿No te gusta esa melena?¿Te asusta el pelo negro?

María, muy asustada por lo que acaba de ver, se explicó: "Me ha venido a la mente un amigo y ha sido como...¿No habrá sido capaz? y no fue hasta que comprobó que el murciano no era la persona que ella creía que se serenó: "Pensaba que era otra persona viéndole de espaldas".

Tras el breve desencuentro las cosas fueron mejor: "Es una chica bastante de mi rollo, gótica, metalera, y eso es lo que más me ha llamado la atención", valoraba. Sin duda uno de los grandes chascos fue cuando se revelaron sus procedencias, aunque Luis aseguraba que "la distancia se puede hacer corta", ella quedó completamente impactada porque él fuera de Murcia y ella de Cataluña.

Finalmente y a pesar de todos los obstáculos, la pareja decidió irse juntos del programa y apostar por una segunda cita.