La Filmoteca Regional Francisco Rabal de Murcia acoge desde hoy el ciclo de cine 'Miradas sin fronteras'. Se trata de un ciclo de tres películas documentales de Médicos Sin Fronteras, que exponen denuncias y testimonios de las realidades con las que los equipos de esta ONG se encuentran día a día en sus misiones. Iniciativas solidarias a propósito de los cien años de la Universidad de Murcia, en la que participa el Aula de Cine y Cultura Digital.

¿Cuál es el objetivo del ciclo 'Miradas sin fronteras'?

La intención es continuar dando a conocer las actividades de Médicos sin Fronteras. Las tres películas seleccionadas muestran diversas facetas del trabajo de la organización.

La primera de ellas es Acceso a la zona de peligro, una cinta que retrata las dificultades de llevar ayuda humanitaria a las zonas en conflicto armado.

Muestra cómo trabaja Médicos sin Fronteras y también otras organizaciones como Cruz Roja en Afganistán, Somalia y el este de la República del Congo, y muestra cómo cada vez es más difícil atender a las personas que viven en países afectados por conflictos armados. La violencia que viven estos países nos afecta a los miembros de la organización. La idea es poner un poco de luz sobre las dificultades a las que nos encontramos como, por ejemplo, cuáles son los distintos ejércitos que utilizan la ayuda humanitaria dentro de sus objetivos políticos, y cómo eso produce que para organizaciones como la nuestra y otras que trabajan en estos entornos sea mucho más difícil poder llegar a estas poblaciones.

¿Qué piensa, como representante de Médicos sin Fronteras, cuando se percata de esas diferencias en la atención a los enfermos entre los países occidentales y los países africanos?

Esta situación la hemos vivido anteriormente con otras enfermedades como la malaria, el sida pediátrico, el chagas, la enfermedad del sueño? Hay muchas enfermedades para las que la industria farmacéutica no investiga, sencillamente porque no son rentables. Y la epidemia actual del ébola es sólo un ejemplo más.

¿Qué ocurriría si no existieran voces tan críticas como Médicos sin Fronteras?

Lo ideal para nosotros sería que no hubiese ninguna razón para existir. Esa razón es la asistencia a personas que están pasando por un mal momento en lugares muy especiales del planeta y también hablar sobre ello, para que se conozca por lo que pasan. Pero, por desgracia, cada vez tenemos más trabajo. Un ejemplo claro es la actual epidemia de ébola, ya que somos la organización que más pacientes está tratando. Y el hecho de que sea una ONG quien está tratando mayoritariamente a los pacientes de esa enfermedad da idea de cómo está el mundo.