Los concejales del Grupo Socialista, IU-Verdes y UPyD en el ayuntamiento de Murcia, Pedro López, Esther Herguedas y Rubén Serna, respectivamente, comparecieron ante los medios de comunicación para mostrar su rechazo a las últimas noticias relativas al soterramiento de la línea de tren en Murcia, que señalan que el AVE llegaría el próximo año a la ciudad de Murcia en superficie, y pedir la renuncia del alcalde, Miguel Ángel Cámara, «si no consigue traer el AVE soterrado a Murcia, desde Los Dolores hasta Nonduermas».

Herguedas denunció, asimismo, la falta de información por parte de Cámara en este tema. «A pesar de que el alcalde había expresado su compromiso de que en cuanto tuviera el proyecto, se lo daría a los grupos políticos, a nosotros no nos ha reunido y hemos tenido que enterarnos de las últimas novedades a través de la prensa», señaló la concejal de IU-Verdes.

«Por fin hemos descubierto en qué consistía ese galimatías de la 'integración' y la 'primera fase' a las que se refería el alcalde», afirmó Herguedas, que manifestó que «el AVE llega a Murcia en superficie, algo que no estaba previsto en el Plan Urbano Municipal e incumple el acuerdo unánime que se aprobó en el Pleno de este Ayuntamiento en octubre de 2012». También cargó Herguedas las tintas contra consejero de Fomento, Manuel Campos, «debe dar explicaciones a la ciudadanía», al tiempo que Serna afirmó que «lo que tiene que hacer Cámara es abandonar la alcaldía».

Así, Serna afirmó que, «en los 20 años de Gobierno de Cámara, el plan del soterramiento era, a mi parecer, el proyecto más importante desde el punto de vista urbanístico», por ello ha insistido en que «si lo incumple, lo que tiene que hacer es dimitir».

Por su parte, Pedro López expresó la intención de las tres formaciones políticas de convocar un Pleno Extraordinario «para parar las intenciones de la consejería y del ministerio de Fomento». A su vez, insistió en «el rechazo absoluto» de estas medidas, y en que «la prioridad es el soterramiento de las vías» para evitar «quedarnos atrás en el proceso de modernización de Murcia».

Los grupos temen una «chapuza» que haya que arreglar años más tarde.