La Federación de Peñas Huertanas luchará para evitar que la tradición desaparezca. Quieren conservar la esencia de los huertanos de antaño, especialmente ahora, que el Bando de la Huerta goza del distintivo de Interés Turístico Internacional. Mientras llega ese día, la Federación ya está ensayando las nuevas normas para volver a lo antiguo. El primer reto tendrá lugar esta tarde, en la Ruta de la Huerta al Mar. A las siete de la tarde, unos 25 carruajes saldrán desde la sede de la Federación de Peñas hacia Los Alcázares a bordo de carros antiguos tirados de animales.

Este trayecto recuerda el rito de ´el novenario´ que los huertanos hacían para conservar la salud y alejar a los malos espíritus. Cuando sus tareas agrícolas les daban una tregua, por estas fechas, subían a la familia a los carros y emprendían una ruta hasta el Mar Menor para bañarse durante nueve días seguidos. Hacían del Palmeral (Carril de Las Palmeras) de los Alcázares su camping, tras recorrer el trayecto Murcia, Dolores, Puerto del Garruchal, Gea y Truyols, Balsicas y Dolores de Pacheco. En cada una de sus paradas, los vecinos les ayudaban a pasar el largo camino dándoles agua, monas, chocolate y otros alimentos, así como alimentos para los equinos.

Desde hace quince años esta tradición se ha recuperado y se lleva a cabo como antiguamente. El presidente de la Federación de Peñas, Antonio Avilés, que puso en marcha la Ruta, ha querido este año que vuelva a su esencia. Así, la Federación prohíbe participar a carros que no sean los auténticos, es decir, que tengan las ruedas de goma en vez de metal. Para evitar que se cuelen en la Ruta, esta tarde habrá un comité encargado de velar porque los carros sean tradicionales: «de metal y con los animales bien cuidados». La norma ha supuesto que participen la mitad de carros, puesto que el año pasado fueron 50.

Esto es solo un aperitivo para lo que se avecina. «Con el Bando de la Huerta de Interés Turístico Internacional tenemos que dar una imagen de calidad, así que el próximo año no habrá ni un carro de goma y se luchará contra el macro botellón y la vestimenta inadecuada», dice Avilés, que no obstante reconoce que «nosotros podemos hacer poco porque eso cambie, es cosa del Ayuntamiento, que ha de poner más vigilancia».

Para el presidente de los huertanos «el concierto que se organiza para la noche anterior al Bando contribuye a las borracheras de ese día, porque viene gente de fuera la noche de antes y empiezan a beber en ese momento. Esos son los que no cuidan las tradiciones». Avilés admite que «el Día del Bando, cuando voy a recoger mi coche, echo por calles vacías porque me pongo malo de ver tantos críos mareados y basuras».