La Inspección de Trabajo ha impuesto a la Universidad de Murcia (UMU) una sanción de más de medio millón de euros a la Seguridad Social por no dar de alta a 71 profesores entre los años 2005 y 2009. El expediente, al que ha tenido acceso LA OPINIÓN y que fue notificado el 14 de junio, considera probado que los docentes, todos ellos responsables de clases del Servicio de Idiomas (SIDI) trabajaron como profesores y, sin embargo, la Universidad les pagaba como becarios o conferenciantes. La denuncia la interpuso el profesor Juan Guevara y, tras estudiar su caso, Trabajo considera que él y sus 70 compañeros deben ser dados de alta en la Seguridad Social por la UMU y que la institución, además, debe pagar una multa en concepto de atrasos al ministerio de Trabajo.

Tras la publicación del acta de la sanción, Trabajo ya les ha dado de alta en el Régimen General, y ha condenado a la Universidad de Murcia a pagar 469.403´92 euros en liquidación de atrasos, incluido el 20% de recargo, y otros 63.384 euros en concepto de sanción por la irregularidad.

A pesar de que la cuantía supera el medio millón de euros, la Universidad de Murcia podría haber salido peor parada, ya que la Inspección de Trabajo sólo ha tenido en cuenta los últimos cuatro años de cotización, pues cualquier irregularidad más allá de ese periodo ya ha prescrito; sin embargo, hay profesores que aseguran haber estado en esta situación durante más de diez años, incluso antes de que se constituyera el SIDI, ya que la Universidad los contrataba para dar clase de idiomas a grupos de alumnos.

«Al principio nos contrataban como conferenciantes, pero resultaba obvio que no era cierto porque lo hacíamos de lunes a viernes con un horario específico», explica Juan Guevara, quien, además, afirma que en octubre de 2009 la Universidad les obligó a todos a hacerse autónomos para intentar solucionar esta irregularidad. «Algunos nos negamos y recibimos una presión brutal por parte de la dirección del SIDI; la mayoría acabaron aceptando porque tienen hijos e hipotecas, pero yo no estaba en esa situación así que fui primero amenazado, y luego despedido, así que decidí denunciar». El acta de Trabajo no hará que Guevara recupere su empleo.

Para el resto de profesores del SIDI se abre un nuevo horizonte, pues la UMU está trabajando para reconvertir su Servicio de Idiomas en una fundación que se encargue de la gestión del servicio. Además, todos los profesores que han trabajado entre 2005 y 2009 verán reconocido ese periodo como cotizado a la Seguridad Social. La UMU todavía puede recurrir las actas de la Inspección de Trabajo ante el Juzgado de lo Social, que será quien debe dictaminar en última instancia si los docentes son trabajadores por cuenta ajena, como dice Trabajo, o lo son por cuenta propia, como asegura la UMU.

Descontento con los sindicatos

Juan Guevara asegura que en los nueve meses que han transcurrido desde que interpuso la denuncia no ha recibido el apoyo de los sindicatos. Más bien al contrario. El profesor asegura que ha llamado en numerosas ocasiones a los representantes de los trabajadores y que nunca ha recibido apoyos.