El murmullo de los árboles, el comportamiento de las plantas, las flores al crecer o simplemente la caída de una hoja pueden ser algunas de las señales que marquen las predicciones meteorológicas a medio y largo plazo. El muleño José Buitrago ´El Cabañuelo´ lleva años observando estos indicios, siguiendo los pasos que un día empezaron a marcarle su abuelo y su padre, y, desde hace cinco años, edita un cuadernillo sobre las predicciones meteorológicas que nos esperan a lo largo del año.

Buitrago también se fija en una pequeña flor –«Cala silvestre la llamo yo, porque desconozco su nombre real», añade– que, según él, indica cómo serán las cosechas del próximo año en el municipio, en la Región y en zonas limítrofes de la provincia.

«Esta flor nace silvestre en zonas de huerta y llevo muchos años buscándola, incluso con mi padre y mi abuelo, por otros pueblos pero sólo la hemos visto aquí en Mula, y cada vez se ven menos», explica Buitrago, que se muestra muy celoso de desvelar la ubicación de esta pequeña planta.

Aunque todavía no se puedan saber cómo serán las cosechas en 2013, ´El Cabañuelo´ revela lo que la planta le muestra para este año: «2012 no sería un año de buenas cosechas y no hay más que ver cómo el frío ha afectado a algunos cultivos de temporada o cómo ha dañado las frágiles semillas del melocotón, el albaricoque y el almendro», explica.

Hombre de refranes y dichos populares, afirma que la frase ´Está escrito en el cielo todo lo que pasará en el suelo´ es la que más se acerca a su modo de vida. «No hay día, durante mis largos paseos por distintos lugares del municipio, que la naturaleza no me delate una nueva afirmación sobre la climatología venidera», dice Buitrago.

La observación constante, la experiencia y un buen maestro pueden contar muchas más cosas que una simple mirada hacia el cielo. Aunque existen días concretos a lo largo del año en los meses de enero, agosto, o en fechas señaladas como San Juan o San Agustín que corroboran con más exactitud qué comportamiento tendrá la climatología del año siguiente, lo cierto es que los observadores de la naturaleza pueden determinar el clima, o incluso sucesos como un terremoto, un tsunami o la entrada en erupción de un volcán con otros factores como el simple destello de un avión al pasar por el cielo, la formación de las nubes, el amanecer, el anochecer, el movimiento de las hormigas o un pájaro al posarse encima de un cable eléctrico…

De momento, a quienes el viento, las nubes y la naturaleza sólo nos marcan el ritmo diario de la vida, solo nos queda escuchar impresionados las señales que otros pueden marcar o hacernos con un ejemplar del cuadernillo de ´El Cabañuelo´ para comprobar si es o no cierto lo que el tiempo nos depara. José Buitrago, además, escribe periódicamente sobre el tiempo en la página web www.elbuitrago.com.