El fiasco sufrido por el Cartagena a comienzos del mes de agosto, cuando el concejal de Deportes anunciaba que el Ayuntamiento -a través de Puerto de Culturas y Teatro Romano- no iba a ser el patrocinador del primer equipo ha sido de tal magnitud que los directivos no han tenido aún capacidad para reaccionar y encontrar la empresa que sea capaz de desembolsar las cantidades solicitadas por el club albinegro para publicitarse en su camiseta.

La elástica cartagenerista se pone hoy a la venta al público sin publicidad alguna y con el temor de que se inicie la competición regular y no haya un mensaje en la misma que reporte una suculenta cifra económica a las arcas del club.

Desde el Cartagena se han barajado unas cifras que rondan los 300.000 euros por patrocinar la camiseta, pero en las negociaciones se ha llegado a rebajar la misma hasta los 240.000 euros. "Estamos en una época complicada y tenemos que esperar un poco para ver si podemos resolver alguno de los frentes abiertos hasta el momento", dice Pepe Fernández, nuevo director comercial del club albinegro y con muchos años de trayectoria en el sector publicitario dentro del mundo del deporte.

Fernández es optimista y afirma que incluso es posible que antes de que se inicie la competición regular pueda haber algún acuerdo con "las tres o cuatro empresas con las que hemos establecido nuestras negociaciones. De momento es interés nada más, pero todo va a depender de lo que digan los dueños de las mismas cuando retomemos las conversaciones a la vuelta de vacaciones".

Además, el club ha valorado en 90.000 euros la publicidad en el pantalón: "No vamos a descartar nada, pero es preferible que esperemos un poco para ver si encontramos algún patrocinador que quiera pagar lo que pedimos y no vender la camiseta o el pantalón a cualquier precio por el hecho de tener que empezar en breve el campeonato liguero", añade, por su parte, el director general de la entidad, Paco López, quien afirma sentirse muy esperanzado en que "alguna empresa de cerca de la comarca", dé el paso definitivo.

Mientras tanto las conjeturas son muchas y la decepción de los rectores del club porque el Ayuntamiento no les esponsorice finalmente sigue patente.