La literatura fantástica y de ciencia ficción le sirve a José Antonio Nicolás para «abstraerse de la realidad, para ´viajar´». «Se descubren mundos maravillosas, hay cosas fascinantes en las cabezas de los escritores», añade. Lovecraft, Howard, Jodorowsky, Philipe K. Dick, Asimov, aunque también Cela, Hemingway y Becquer son algunos de los referentes de Nicolás y de tres de sus compañeros de Biblioteconomía y Documentación, José Angel López, Manuel Hernández y Francisco Córdoba. Y esa pasión les ha llevado a embarcarse en la creación de una revista especializada bimensual de relatos fantásticos ilustrados, Estrambóticos. En enero saldrá a la venta, por 5,99 euros, el primer número de la publicación –en tiendas de cómic, quioscos y a través de Internet, en la web www.estramboticos.es–, pero el proyecto de estos jóvenes es aún más ambicioso, ya que han creado Ediciones Trece (X3), una editorial en la que quieren recuperar libros que no han sido publicados en España.

La aventura comenzó antes del verano. A los cuatro jóvenes les une la literatura y el cine fantástico y todos escriben relatos –varios, además, hacen también ilustraciones–, así que comenzaron a barajar la posibilidad de crear una revista. José Ángel López empezó a maquetarla y ahora, poco antes de que el primer número vea la luz, tratan de publicitarla, sobre todo ayudándose de Internet; aunque también tendrán oportunidad de hablar de su proyecto el próximo 26 de diciembre en Fnac (Nueva Condomina).

Conscientes de la época que vivimos, no quieren dejar de lado las nuevas tecnologías y la publicación se podrá descargar, a partir del uno de enero, para leerla en el ordenador, en ipad o en e-book –por 1,50 euros–; aunque no ocultan su pasión por el papel. «No queríamos hacer una revista on line más, sino potenciar el formato físico, que no se pierda... nos gusta el tacto del papel», explica López, y los cuatro alertan a los aficionados a este género que Estrambóticos no es un fanzine más, sino «una revista de calidad y profesional», apunta Nicolás.

Y para crearla, han seguido el estilo ´pulp´, el de las revistas que los americanos compraban en los años 30 por un puñado de centavos; publicaciones «de temática bizarra... con historias fantásticas, terroríficas, que tenían cierto salvajismo; reflejaban el lado salvaje de la vida y de la gente», prosigue Nicolás. En estas revistas, al igual que ocurrirá en Estrambóticos, el lector podía encontrar una «literatura más fresca y juvenil» y, aunque Manuel Hernández asegura que han tratado de «romper prejuicios», «nadie se sentirá ofendido porque las historias no caen en lo burdo y lo grosero», advierte por su parte Nicolás, para quien «literatura es libertad».

López, Nicolás, Hernández y Córdoba han llenado el centenar de páginas de Estrambóticos con historias e ilustraciones que llevan sus firmas –bueno, en realidad usan pseudónimos–, aunque quieren que «la familia siga creciendo» y están abiertos a la colaboración de escritores e ilustradores. De este modo, para el próximo número, ya se han sumado cuatro ilustradores –entre ellos, Javi Godoy y Jorge Seri– y cinco o seis autores. «Hay mucha gente a la que le gusta este género, gente buena, y queremos sacarla de delante del ordenador, de los blogs. Que vean que estamos intentando hacer algo de calidad, que creemos que podemos sacarlo adelante, y que puede ser también una oportunidad para ellos», explica José Ángel López.

Los cuatro son conscientes de que su juventud puede ser «un arma de doble filo» a la hora de sacar adelante una revista como Estrambóticos y, más aún, una editorial, ya que mucha gente «no se fía y cierra siempre las puertas a la gente joven que no tiene experiencia», lamenta Nicolás, aunque ellos tienen claro que, en un momento en el que «llevar el currículum a las empresas no sirve de nada, la única salida es el autoempleo, ser emprendedores».