Entrevista | Fernando Tejero Actor

"Es un insulto a la profesión que se elija a actores por sus followers"

El popular intérprete andaluz regresa a la Región para, esta vez, subirse a las tablas de un teatro; en concreto, del Villa de Molina

Lo hará para protagonizar esta tarde Camino al zoo, un montaje que se estrenó en Córdoba el pasado diciembre y que lleva de gira desde entonces cosechando muy buenas críticas

Fernando Tejero en Camino al zoo

Fernando Tejero en Camino al zoo / L. O.

Maite Alvite

Después de protagonizar el filme murciano Última voluntades (2023), que le trajo a la Región durante varias semanas para el rodaje, el popular Fernando Tejero regresa a estas tierras por culpa de Edward Albee y su Historia del zoo, una obra de teatro estrenada originalmente en 1959 y que ahora, rebautizada como Camino al zoo, presenta en gira por los principales teatros españoles. La cuestión es que esta tarde llega al Villa de Molina, donde compartirá escenario con Mabel del Pozo y Dani Muriel, apoyados en un texto de Bernabé Rico y Juan Carlos Rubio –también director–, que unen la citada obra y su precuela, La vida en casa (2004).

¿Qué es lo que le atrajo de Camino al zoo, obra que, además de protagonizar, produce? 

Yo ya conocía la obra Historia del zoo, que es el segundo acto de este montaje. El texto lo había trabajado cuando estudiaba en la escuela de interpretación de Cristina Rota y me había parecido muy interesante. Cuando Juan Carlos Rubio, que llevaba mucho tiempo queriendo trabajar conmigo, me ofreció hacer Camino al zoo, que une esta obra de Albee con la precuela que escribió en 2004, La vida en casa, la leí y me lancé directamente. Aunque en esa primera lectura hubo cosas que no entendí, el texto me emocionó y sentí que me había tocado de una manera muy especial. Así que le dije que sí, aunque luego me entró el acojone, hablando mal y pronto, porque es una obra muy compleja. Camino al zoo tiene tintes de comedia y un tono de teatro del absurdo, pero, si te cala, es muy dolorosa porque cualquier persona se puede sentir identificada con uno de los personajes. 

¿Es eso lo que cree que gusta más al público del texto de Albee: el hecho de verse reflejado en sus tres personajes?

Sí. Aquí el público tiene una función muy especial, tiene que abrirse para entrar en la obra, como cuando uno va al psicólogo y se abre en canal. Si vas con esa predisposición, te vas a ver reflejado en uno de los personajes. El texto se puede entender mejor o peor, pero te puedo asegurar que nadie se va de la función indiferente. Esta obra habla, entre otras muchas cosas, de lo difícil que es, a veces, comunicarnos, y de la soledad no deseada, aquella que se siente a pesar de estar rodeado de mucha gente. También habla de las consecuencias que puede tener no mostrarse ante la sociedad tal como uno es. Creo que todos, en algún momento, hemos dejado de ser nosotros mismos por miedo al qué dirán y al dedo acusador de la sociedad, y eso, al final, pasa factura. 

Es lo que le pasa a su personaje, Peter...

Sí, Peter ha decidido dar la espalda al autoconocimiento, a cualquier tipo de problemas y a cualquier cosa que le saque de su vida cuadriculada. Es un tipo que no quiere salirse de los cánones que la sociedad nos marca para, supuestamente, ser feliz.

«Me costó mucho meterme en la piel de Peter porque yo también he dejado de ser yo mismo durante mucho tiempo»

¿Le costó meterse en su piel? 

Muchísimo. Porque yo he dejado de ser yo mismo durante mucho tiempo, ocultando, por ejemplo, mi orientación sexual. Todo para convertirme en otra persona por miedo a la sociedad. Eso pasa mucha factura a nivel psicológico, y si uno no toma medidas, si uno no se pone en tratamiento, un día explota y lo hace de la peor manera, y eso es lo que le pasa a Peter. Como decía antes, yo creo que todo el mundo en algún momento hemos dejado de ser nosotros mismos para intentar agradar al de enfrente o por miedo a la crítica; yo lo he hecho muchísimo. Llevo en terapia muchísimos años y hablaba bastante con mi psicóloga de que me estaba tocando mucho este personaje, porque tenía nexos de unión con mi vida personal. Al principio, meterme en la piel de Peter me violentaba, me producía rechazo. Tuve que recolocarlo otra vez para poder trabajarlo, porque, evidentemente, no puedes juzgar a un personaje que vas a representar; si lo haces, no puedes meterte en él.

Pongámonos en el caso hipotético de que le salen al mismo tiempo tres proyectos interesantes, uno es película; otro, serie; y el tercero, una obra de teatro. ¿Con cuál se quedaría? 

Bueno, depende mucho del proyecto. Lo que sí te digo es que yo soy actor por el teatro. Con 14 o 15 años leí La casa de Bernarda Alba, de Lorca, y me fascinó, así que empecé a leer más. También tenía en casa un primo con el que me crié que hacía teatro en plan aficionado y todo ese mundo me fue atrayendo. Empecé a ir a todas las obras que se representaban en Córdoba siendo todavía un adolescente. Desde el gallinero soñaba en hacer algún día lo que hacían aquellas personas sobre el escenario, que a mí me parecía magia. Después me apunté a la Escuela de Arte Dramático y empecé mi carrera haciendo teatro alternativo con Animalario. A partir de ahí, se me ofreció la oportunidad de hacer cine y televisión, que me encantan, pero me siento muy cómodo haciendo teatro. De hecho, no me hubiese importando dedicarme solo y exclusivamente a esto. Cierto es que es donde menos se gana y que hoy en día, a veces, cuesta vivir con una sola obra de teatro.

Desde hace unos años, parece que empieza a ser esencial tener muchos seguidores en las redes sociales para trabajar como actor. ¿Qué opina usted de eso? 

Me parece fatal, creo que es un maltrato y una falta de respecto muy grande a la profesión, un insulto. Al igual que yo no puedo operar a nadie a corazón abierto porque no tengo ni idea y no soy médico, me parece muy triste que haya mucha gente joven que ha hecho una película precisamente por eso, por los seguidores que tiene en Instagram, y que igual no saben quién es Lorca, Ibsen o Calderón. Me parece intrusismo. Yo me llevo preparando toda la vida para esto. 

La industria audiovisual española atraviesa uno de sus mejores momentos, pero ¿eso se traduce en más trabajo para más actores y mejores sueldos?

Es cierto que gracias a las plataformas ahora hay mucho más trabajo, pero no deja de ser poco para la cantidad de actores que hay. Hace poco leí un artículo que decía que un 94% de la gente que iba a los Goya estaba sin trabajo y que de esto solo vivía el 8%. Es muy triste. 

Almodóvar ya replicó en la gala de los Goya al vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, que había llamado señoritos a los productores de cine. ¿Qué le hubiera dicho usted? 

Estoy muy de acuerdo con lo que Almodóvar dijo, tampoco añadiría mucho más. Y creo que cualquiera que se dedique a nuestra profesión opinaría lo mismo. Hay partidos que se toman la libertad de decir, por ejemplo, que si algún día gobiernan los actores se van a quedar sin subvenciones o que van a ir todos al paro. A mí estas cosas me parecen una forma de acoso.

CAMINO AL ZOO

Fecha: Hoy, 18.00 horas.

Lugar: Teatro Villa, Molina de Segura.

Precio: 18 euros.