Agentes de la Policía Nacional tuvieron que desplazarse ayer por la tarde al hospital Virgen de la Arrixaca, en la murciana pedanía de El Palmar, para disuadir a unas 50 personas que intentaron linchar a médicos y enfermeros tras fallecer una joven pariente que estaba ingresada en esta clínica.

Los hechos se produjeron sobre las seis y media de la tarde, en la quinta planta de la Arrixaca -donde se encuentran los enfermos de cáncer-. Tal y como indicaron a LA OPINIÓN enfermeros y auxiliares de la citada planta, todo comenzó al fallecer una paciente de 26 años que llevaba ya tiempo ingresada y cuyo estado era terminal.

A pesar de que los familiares de la chica eran conscientes de la gravedad de su estado -ayer mismo por la mañana fueron informados de ello por los médicos-, cuando se produjo el fallecimiento algunos de ellos culparon a los facultativos de no haber atendido correctamente a la joven. Además, dada la hora que era, en la planta no había ningún médico, hecho que puso aún más nerviosos a muchos de los familiares de la difunta.

Según detallaron enfermeros testigos de los hechos, estas personas -de etnia gitana y residentes en Alcantarilla- comenzaron a increpar a los allí presentes. "Te voy a matar" y "te piso la cabeza" fueron algunas de las expresiones empleadas. Además, tal y como indicaron dos enfermeras, los agresores llegaron a arrancar del suelo un banco de metal que había en una de las salas de espera de la planta.

Ante esta situación, fueron avisados primero dos médicos, pero, cuando llegaron a la planta, tuvieron que permanecer en una de las salas destinadas al personal sanitario por temor a ser agredidos.

Además, se personaron en la planta tres guardias de seguridad de la clínica, a los cuales llegaron a hacer frente los violentos con expresiones como "no somos ladrones, ¿qué nos vais a hacer vosotros?".

"Como en las películas"

Debido a que el comportamiento de estas personas era cada vez más violento -con golpes en la pared incluidos-, los sanitarios avisaron a la Policía. "Cuando vieron a los nacionales, se calmaron", aseveró uno de los enfermeros. Los agentes no llegaron a efectuar ninguna detención, pero sí disuadieron a los violentos.

"Nadie resultó herido, milagrosamente", comentó uno de los enfermeros, que prefirió no revelar su identidad. "Nunca había amortajado a nadie con dos agentes de Policía al lado", agregaba una de las auxiliares. "Era como en las películas", apostilló otra testigo.