Los animales son grandes maestros de importantes enseñanzas. A nivel psicológico, las personas tenemos una gran dificultad que los animales no presentan. Se trata de la capacidad para vivir en el momento actual, centrándonos en el presente. Una gran parte de nuestros problemas y de nuestro malestar se origina como consecuencia de pensamientos tóxicos basados en el pasado o condicionados por el miedo al futuro. En este sentido, los animales tienen grandes cosas que enseñarnos. Ellos, a diferencia nuestra, se centran en el momento que están viviendo, dejando a un lado todo lo demás. Disfrutan y son felices en función de lo que tienen, sin prestar tanta atención a lo que no han tenido o a lo que pueden dejar de tener.Vivimos en una sociedad basada en miedos impuestos y nos cuesta muchísimo dejarnos llevar y fluir, prestando atención a lo que tenemos y valorando lo positivo del momento actual. Sufrimos a causa de lo que ya pasó o de lo que creemos que puede pasar.

Si observamos a los animales, ellos nos enseñarán cómo vivir en este sentido de una forma mucho más sana. Por ejemplo, cuando rescatas a un animal por muy mal que lo haya pasado, en el momento en el que empieza a ser consciente de que ya está a salvo, de que puede confiar y se siente querido y cuidado, sus preocupaciones se desvanecen y se centra en disfrutar de lo que ahora tiene.

Se muestra agradecido y no tiene problema en ponerse a jugar a pesar de lo vivido. Sin embargo, los seres humanos, a medida que crecemos, vamos acumulando piedras pesadas en esa mochila que cargamos y que muchas veces nos impide avanzar. Los animales tienen muchísima más facilidad para descargar esa mochila cargada de situaciones negativas del pasado. Deshazte de tus anclajes, libérate del miedo a lo que no sabes si va a pasar, y aprende de los animales a disfrutar del momento, sin pensar en nada más. Si aprendes esto gracias a ellos, serás mucho más feliz y tendrás en tu vida mucha más paz.