Las zapatillas blancas son una prenda imprescindible en nuestro armario, pero que tienen un problema muy grande, y es que se ensucian con mucha facilidad. Recientemente explicamos cómo limpiar las zapatillas blancas, no obstante, las de tela resultan más complicadas de limpiar y lavar, además de más frágiles debido al material por el que están hechas. Por eso, aquí te mostramos los mejores trucos para limpiar las zapatillas de tela blancas sin dañarlas.

Como limpiar las zapatillas de tela

Las zapatillas blancas de tela se ensucian con luego mirarlas y luego cuesta limpiarlas, por lo que aquí te dejamos el mejor truco para limpiar las zapatillas de tela blancas:

Quita los cordones

Primero debes quitar los cordones de las zapatillas para que así sean más fáciles de limpiar. Déjalos en remojo en agua templada con un poco de jabón y vinagre blanco.

Si aún así no se han limpiado los cordones, debes frotar las manchas a conciencia y puedes meterlos en remojo con la siguiente mezcla: 4 cucharadas de bicarbonato, 4 de vinagre y 2 vasos de agua. Posteriormente debes dejarlas en remojo durante media hora. Si las plantillas se pueden quitar, puedes hacer lo mismo que con los cordones.

Ve a por las marchas

Tras acabar con la suciedad en los cordones toca ir a por las zapatillas propiamente dichas. En este punto se necesita bicarbonato, vinagre blanco o jabón de Marsella.

Si optas por el bicarbonato y el vinagre, debes coger un bol con un cuarto de bicarbonato y dos tazas de vinagre blanco. Al mezclarlo se formará una espuma blanca, con la cual debes frotar la zapatilla ayudándote de un cepillo. Después, deja las zapatillas reposar durante un cuarto de hora.

Resulta más complicado limpiar las zapatillas blancas de tela.

Si por el contrario usas jabón de Marsella, el cuál es menos efectivo que el anterior consejo, hay que humedecer las zapatillas y frotar después con jabón.

Límpialas a mano

Para limpiarlas a mano debes meterlas en un recipiente grande lleno de agua fría, echarle un poco de jabón y empezar a frotar con un cepillo de dientes, prestando especial atención en las zonas más sucias, aunque sin descuidar otras zonas como el interior o la suela. Tras esto, enjuágalas y déjalas secar en el exterior.

La lavadora es una opción

Si ya has frotado las manchas a mano, puedes rematar la jugada metiéndolas en la lavadora. Para ello, usa el detergente habitual, agua fría y un ciclo corto de lavado. Debes hacerlo con una bolsa con cremallera, para que así no se suelten los cordones ni las plantillas. También debes saber que no tienes que hacerlo con mucha frecuencia, ya que se deformarán las zapatillas.