Investigación

La mujer que degolló a su bebé en Valencia está libre y vive en Águilas

De 35 años, reside con su madre en la localidad costera y solo ha de presentarse en el juzgado una vez por semana

Su abogado, Jorge Novella, explica que su clienta sufrió un brote psicótico y que no se acuerda de lo que pasó

Agentes de la Guardia Civil y profesionales de la Científica y de los servicios funerarios, en la puerta de la casa de Villamarchante el día del suceso.

Agentes de la Guardia Civil y profesionales de la Científica y de los servicios funerarios, en la puerta de la casa de Villamarchante el día del suceso. / Loyola Pérez de Villegas

Ana Lucas

Ana Lucas

La mujer de 35 años que saltó de pie desde la azotea de unos vecinos tras degollar a su bebé en un municipio de la Comunidad Valenciana el año pasado, se encuentra en libertad y viviendo en casa de su madre en la localidad de Águilas.  La mujer, que se tiró desde un cuarto piso tras lo sucedido, únicamente tiene que comparecer en el Juzgado de Paz de la localidad costera una vez por semana, en concreto los lunes. 

El conocido penalista Jorge Novella, abogado de la mujer, explica a La Opinión que su clienta sufrió un brote psicótico y que no se acuerda de lo que pasó. Como consecuencia de la caída, «de cintura para abajo está inválida, necesita ayuda para funciones más elementales». Cuando ingresó en La Fe de Valencia, «estaba formalmente en situación de prisión provisional, mientras estaba en el hospital» y ya entonces «desde el primer momento se intuye que Cristina podía haber sufrido un brote psiquiátrico agudo». 

"Quería mucho a su hijo"

«Ella quería mucho a su hijo.», subraya el letrado, al tiempo que detalla que la mujer «estaba pasando una mala época». «Su familia es de Águilas, se había desplazado a Valencia, dejó de trabajar tras la pandemia, el marido es militar, ella pasaba mucho tiempo sola, no dormía... y entró en una espiral», manifiesta.

Jorge Novella, abogado penalista.

Jorge Novella, abogado penalista. / ISRAEL SÁNCHEZ

Se obsesionó con el bienestar de su hijo, nacido en febrero de 2022. «Todas las búsquedas de Internet eran en relación a esa preocupación», apunta Novella, que insiste en que ese día la mujer «sufrió un trastorno, una enajenación mental, un brote psicótico, ella no se acuerda de nada: solo de que vio a su bebé sin vida y ya no quería continuar viviendo».

Con un cuchillo de cocina

Además, «falta el informe de autopsia definitivo» del pequeño Eric. Cabe recordar que los agentes que accedieron aquel día a la vivienda de Villamarchante que fue escenario de los hechos descubrieron en la bañera una manta ensangrentada: siguiendo el reguero de gotas de líquido rojo, llegaron hasta un trastero, donde estaba el bebé, ya fallecido. Lo mató su madre, presuntamente, empleando para ello un cuchillo de cocina.

Asimismo, a falta del dictamen definitivo de los profesionales de salud mental, «todos los forenses que han estudiado a la mujer coinciden en que es una mujer que se encontraba enajenada», afirma su abogado. «Pero no tiene una esquizofrenia, una psicopatía: es alguien que, en un momento puntual, a consecuencia de ese brote, ha podido cometer ese delito», precisa. Unas semanas antes de la muerte de Eric, su madre había sido atendida en Salud Mental.

Piden que sea inimputable

Por eso «interesamos la libertad», a la cual la Fiscalía se opuso debido a la pena a la que podría enfrentarse la mujer (podría ser una prisión permanente revisable), «pero la jueza vio que posiblemente sea inimputable», estima Jorge Novella.

Profesionales de Criminalística, el día del suceso en el municipio valenciano.

Profesionales de Criminalística, el día del suceso en el municipio valenciano. / Loyola Pérez de Villegas

La mujer trata de seguir adelante en Águilas. «Todos los testigos cuentan que era una buena madre, afectuosa, que todo era por y para su hijo. Lo dicen los propios especialistas que han tratado a esta mujer», resalta el letrado.

«Alcanzar la libertad supone un alivio, aunque emocionalmente vive en el camino duro de la pérdida irreparable», subraya, a lo que añade que «vamos a luchar para que se declare su inimputabilidad» y que «un centro penitenciario no es lo adecuado» para alguien así. Novella también significa que el esposo de la acusada «declaró que no reclamaba nada».