La Policía Local de Murcia inspecciona ya bares del Infante y de las pedanías

Agentes de la Policía Local de Murcia trabajan a destajo para garantizar la seguridad en los locales de ocio nocturno del municipio, especialmente a raíz del incendio que, hace ahora una semana, segó trece vidas humanas en la tragedia de Atalayas. Los policías están recibiendo ahora las órdenes de clausurar establecimientos que tendrían que haber sido cerrados hace años, y que continuaban funcionando porque nadie notificó al cuerpo que tenían que personarse a precintarlos, indican fuentes cercanas. 

Se trata de expedientes que, pese a estar resueltos, se quedaron en un cajón, porque ningún funcionario municipal informó a responsables policiales de que esos establecimientos tenían que echar el cerrojo. 

De hecho, el pasado viernes por la noche, los agentes inspeccionaron varios bares y discotecas y cerraron cuatro de ellos. Los policías se limitan a colocar el precinto: desconocen cuáles son las deficiencias que los funcionarios de la Inspección detectarían en su momento. 

En otros locales no está acudiendo de forma presencial la Policía, sino que desde el Consistorio se notifica, con comunicación telefónica, a los propietarios que han de cerrar por no tener todo en regla. El fin: evitar un suceso como el que asoló Fonda y Teatre.

Aunque las zonas de actuación de los municipales son, principalmente, Atalayas y Mariano Rojas, donde se concentran muchos garitos de ocio en el municipio, la Policía ya ha ampliado su radio y revisa también bares de barrios como el Infante y hasta de pedanías, apuntan fuentes del cuerpo.

Se incrementan las batidas

Cabe recordar que informar a los dueños de los establecimientos en los que constan irregularidades no es un trabajo que realice la Policía Local de forma habitual, sino que es tarea de los funcionarios del Ayuntamiento de Murcia destinados a tal fin. Los agentes se están movilizando ahora para llevar a cabo una labor que tendría que haber sido ejecutada hace años, pero que nadie les comunicó. 

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Desde el Consistorio que dirige el popular José Ballesta ya admitían esta semana que en la capital de la Región había más bares sin los papeles en regla: de ahí que se hayan incrementado las batidas para obligarles a bajar la persiana.