Los vigilantes de El Valle avisan: "El monte está seco y lleno de basura"

Enrique Fuster, presidente de la Asociación de Vecinos de La Alberca, considera que «tenemos suerte de que los incendios que se declaran son cortos», puesto que «el monte, con la sequía, está muy seco, aunque haya una Brigada de la Comunidad cortando ramas por zonas donde hay más gente». Fuster hizo estas afirmaciones a propósito del incendio desatado de madrugada en El Valle. Un fuego que, con la investigación recién iniciada, todo apunta a que fue intencionado. «Lo normal es que sea provocado porque en esa zona no haya nada. Espontáneamente, no pasa», subraya al respecto. 

A su juicio, en El Valle «hay mucho ‘combustible’», en referencia a «ramas y hierbas secas», a lo que «se suma que hay gente que tira papeles, envases, de todo». El caldo de cultivo perfecto para que arda, lamenta.

Buscan al pirómano que provocó el incendio de El Valle

«Nuestra tarea en la asociación, con el grupo de voluntariado ambiental que tenemos desde 2009, es recoger residuos de botellones y de los que deja la gente que va a merendar; porque, aunque la Brigada de la Comunidad trabaja, «hay zonas escondidas donde va el voluntariado».

A la pregunta de cuántos salen en estas batidas, Fuster precisa que en ocasiones «somos de 25 a 30» y otras veces «como en agosto, hemos salido seis o siete». 

Incendios como este "lo normal es que sean provocados, porque en esa zona no hay nada"

Llevan catorce años «limpiando y plantando» en el marco de un proyecto que se denomina ‘Mejora tu Huella Ecológica’. «El primer domingo de cada mes vamos a plantar, regar y a limpiar en los sitios en los que vamos viendo que hay acumulación de basura», destaca el presidente de la asociación, al tiempo que celebra que, respecto a años pasados, «cada vez encontramos menos» residuos. Hay más concienciación «y más gente individual que limpia».

En el caso del incendio de madrugada, las tareas de limpieza de El Valle para quitar del terreno el citado 'combustible' en forma de troncos caídos y ramas secas ha sido crucial a la hora de controlar el fuego. En la zona no llueve desde la primavera pasada y la vegetación se encuentra seca, lo que ayuda a ganar velocidad a las llamas. 

En el grupo vecinal, además, «hacemos salidas de concienciación, con senderismo, para enseñar lugares de interés ambiental o cultural, para que la gente vaya dando importancia a su entorno». «También hacemos salidas por los jardines, para conocer las plantas, dar la importancia a la gran cantidad de variedades que hay y que eso se respete», apunta.