Investigación

El policía agredido con un hacha en Murcia: "Mi obsesión era tapar el agujero para no perder sangre"

"Lo dramático de todo esto es que no había necesidad, porque yo no les iba a hacer nada, no podía hacerles nada"

Un agente de la Policía Nacional en imagen de archivo

Un agente de la Policía Nacional en imagen de archivo / EUROPA PRESS - Archivo

Ana Lucas

Ana Lucas

“Mi obsesión era tapar el agujero para no perder sangre y no desmayarme”. Así se expresa el subinspector de la Policía Nacional agredido salvajemente con un hacha en Murcia la semana pasada. La víctima atiende a La Opinión por teléfono, tras salir del hospital. “Me han dado el alta hospitalaria y me han dado la baja, que no sé cuánto durará”, relata, para precisar que ahora ha de estar un tiempo “en reposo”, dado que “no hay lesiones severas, pero es importantísimo que no haga esfuerzos, ha sido un traumatismo brutal”.

Los hechos tuvieron lugar sobre las seis menos diez de la tarde del pasado jueves, cerca del recinto de La Fica, en la capital murciana. El subinspector, destinado en Alcantarilla, se encontraba fuera de servicio y había salido a correr por la zona. Paró para auxiliar a una mujer a la que habían reventado el coche para robar en su interior. Y fue atacado de forma brutal por tres sujetos, uno de los cuales ya está en prisión provisional.

"Te voy a matar"

"Hay una especie de descampado, la chica había aparcado el coche y le habían roto la ventanilla, ella había llamado a la grúa, me di una vuelta a ver si veía el bolso, sus pertenencias… había mucha basura por allí. Esos tres tíos salen y ya vienen con la intención de pegarme y de matarme. El saludo fue ‘te voy a matar’", rememora la víctima.

Uno de los tres individuos le propinó "una patada en la barriga" y acto seguido "arremetió con el hacha". Fue entonces cuando el subinspector se identificó como policía. Estaba en desventaja y, por su oficio y profesionalidad, lo sabía. De ahí que llegase a decir a los agresores: "Aquí lo mejor para vosotros y para mí es que cada uno se vaya por su lado", comenta.

"Aquí lo mejor para vosotros y para mí es que cada uno se vaya por su lado"

"Estoy solo, estoy vendido, aquí va a pasar lo que vosotros queráis", les indicó. Ellos hasta hicieron el amago de frenar, pero la violencia fue en aumento: "Fue un segundo y noté el golpe". Le habían pegado con el mango de un hacha.

"Mi obsesión era tapar el agujero para no perder sangre y no desmayarme. Como pude, me acerqué donde estaba la chica, para que llamase por teléfono", detalla, a lo que agrega que "perdí muchísima sangre, aunque no llegué a perder el conocimiento. Si hubiera perdido más sangre, seguro que sí". 

Se alertó al Centro de Coordinación de Emergencias. Al lugar se movilizó una unidad médica de emergencia (UME), cuyos sanitarios atendieron al agente in situ, para después trasladarlo de urgencia al Reina Sofía, el hospital más cercano. La Policía arrestó a los sospechosos.

"Lo dramático de todo esto es que no había necesidad, porque yo no les iba a hacer nada, no podía hacerles nada", manifiesta el subinspector.

"Seguir ayudando a la gente"

A su juicio, "estas cosas vienen con el oficio", y deja claro que en la Policía Nacional "vamos a seguir ayudando a la gente y estando ahí". "Esto no puede ni acobardarnos ni tirarnos para atrás. Llevo 20 años en el cuerpo, soy subinspector, sé dónde estaba metido", sentencia el policía. 

Consciente de que "podría haber sido perfectamente mi último día", el subinspector se recupera de sus lesiones. El presunto autor material del golpe está en la cárcel; los dos que iban con él no pueden acercarse al policía.