Una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional permitió desarticular ayer la banda de encapuchados armados que ha cometido una veintena de atracos en gasolineras de la Región de Murcia, Vega Baja y el Bajo Vinalopó durante los últimos meses. El operativo puesto en marcha por agentes de la Guardia Civil y de la la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de Elche se saldó con la detención de cuatro presuntos implicados, uno de ellos en la localidad alicantina de Bigastro y el resto en los municipios de La Unión y Cieza, según informaron fuentes cercanas al caso. Además de la veintena de asaltos a gasolineras, los implicados están implicados en otros tantos hechos delictivos, ya que también robaban en viviendas.

La Policía Nacional y la Guardia Civil seguía la pista a esta banda de atracadores tras registrarse numerosos atracos en similares circunstancias en estaciones de servicio desde antes de Navidad, en la mayor parte de los casos a punta de pistola, escopetas o intimidando a los empleados con una catana. Siempre actuaban con los rostros cubiertos con pasamontañas y en cuestión de pocos minutos huían con el dinero.

Algunas gasolineras han sido víctimas de más de un robo en este breve periodo de tiempo, en los que por lo general los asaltantes se daban a la fuga con la recaudación del día.

Las detenciones son fruto de una investigación conjunta de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, cuyos agentes han participado en numerosos dispositivos de vigilancia. Los últimos asaltos fueron cometidos a principios de año en Orihuela y Crevillente, donde hirieron al responsable de un establecimiento de karts en su chalé oriolano.

En uno de los dispositivos desplegados por la Guardia Civil tras la oleada de atracos llegaron a detectar a los sospechosos y se produjo una persecución. Los delincuentes acabaron abandonando su coche en un camino de la Vega Baja y huyeron por el campo.

En el vehículo se intervinieron algunas de las armas empleadas en los asaltos. La inspección de este turismo abandonado por los ladrones y de los efectos hallados en su interior presumiblemente arrojó alguna pista que ayudó a identificar a alguno de los sospechosos. Dentro del operativo para apresar a la banda de atracadores, la Guardia Civil desplegó ayer un impresionante dispositivo en Bigastro para proceder al registro de una vivienda de un edificio de la calle San Pascual, en pleno casco urbano.

El vial quedó cortado al tráfico desde las siete de la mañana para asombro de los vecinos, un hecho que causó un gran revuelo en este municipio de poco más de 6.700 habitantes. Los agentes registraron una vivienda y, según señalaron fuentes municipales, se procedió a la detención de al menos una persona de nacionalidad extranjera.