Tribuna

Ponles nombre a tus objetivos

Nuestro patrimonio debe estar alineado con nuestro disfrute, pero también con nuestros proyectos

Javier Fano (izquierda) y Jorge Ureña (derecha), Family Bankers  de Banco Mediolanum.

Javier Fano (izquierda) y Jorge Ureña (derecha), Family Bankers de Banco Mediolanum. / Mediolanum

Según Eurostat, los hogares españoles no solo ahorran e invierten mucho menos que los alemanes o los franceses, sino que están muy por debajo de la tasa de ahorro e inversión de la eurozona, que debería ser nuestra referencia. Los italianos, los húngaros o los eslovenos, con niveles de renta más parecidos a los nuestros, también ahorran e invierten más que nosotros. Y la explicación podemos encontrarla en una encuesta de JP Morgan Asset Management, cuyos resultados revelan que el 80% de los españoles no cuenta con una planificación financiera. Esta es la clara muestra de que, obviamente, podemos organizarnos mejor. 

La falta de estrategia lleva a que sea muy difícil hacer evolucionar nuestro patrimonio, ya que buscamos resultados rápidos y perdemos motivación cuando pensamos en el largo plazo. Por ello es imprescindible no pensar cuánto dinero queremos ahorrar, sino qué proyecto nos gustaría llevar a cabo y cuál es su coste aproximado. Ponles nombre a tus metas a corto, medio y largo plazo. A partir de ahí, y con el acompañamiento de un asesor financiero, será mucho más fácil establecer una planificación para alcanzar tus objetivos y, lo más importante, mantener la motivación en el tiempo.

Con el acompañamiento de un asesor financiero será mucho más fácil establecer una planificación para alcanzar tus objetivos de ahorro

Según un estudio de Natixis Investment Managers, los españoles esperaban obtener de sus inversiones en 2023 una rentabilidad media del 8,1%. Sin embargo, no actuamos en consecuencia, ya que los datos del Banco de España muestran que casi el 40% del dinero de los españoles se encuentra en depósitos o cuentas corrientes, lo que significa que la inflación, que se ha disparado más de un 15% desde 2022, ha devorado parcialmente la enorme porción del patrimonio que teníamos, en dinero contante y sonante, en nuestras cuentas corrientes y depósitos. 

Nuestro patrimonio debe estar alineado con nuestro disfrute, pero también con nuestros proyectos, que son mayoritariamente de futuro. Así, deberíamos gestionarlo como una pirámide: en la punta se encuentra el dinero en liquidez para el ahora, para vivir y gestionar imprevistos, pero más abajo está el grueso de nuestros objetivos, en el medio y largo plazo. A partir de ello debemos establecer una estrategia personalizada con el largo plazo como base.

Está en nuestras manos mejorar en materia de planificación financiera y tener a nuestro lado un profesional del sector, que nos permitirá hacer los ajustes necesarios para ir adaptándola a las diferentes etapas de nuestras vidas. Sin duda, nuestro “yo” del mañana nos lo agradecerá.