Del mismo modo que la cocina española no sólo es paella, ni la italiana pizzas, la gastronomía rusa nada tiene que ver con la ensaladilla rusa (que por cierto, en absoluto se parece a la versión que conocemos en nuestro país). Y es que, cuando pensamos en visitar un restaurante de cocina internacional, sobre todo por desconocimiento, es muy difícil no caer en los tópicos y, por miedo a lo desconocido, nos estemos perdiendo una excelente gastronomía que sin duda nos sorprenderá, como sucede la primera vez que visitamos el restaurante Caviar Rojo, que desde el pasado mes de septiembre regenta en Murcia el matrimonio ucraniano formado por el ingeniero de minas Sergiy y su mujer Larisa Plaskonos, y que cuentan con una amplísima y sabrosísima oferta de platos tradicionales rusos dignos de un zar.

La carta de Caviar Rojo, con la ayuda de Rocsolana y Svetlana en la cocina y Eugenia en el comedor y la barra, recoge exclusivamente productos genuinamente rusos, desde la cerveza Baltika (de la que cuentan con hasta ocho variedades) hasta el pan negro de centeno y evitan especialmente platos congelados o precocinados para no desvirtuar el sabor de la más tradicional gastronomía rusa.

Cuentan con una amplísima carta, con raciones para dos personas, desde sus entrantes en los que nos ofrecen sus tablas de caviar rojo o la de canapés -que incluye dos de caviar rojo, dos de salmón con pan de centeno y queso azul y dos Shprots (boquerones del Mar Báltico) con pepinillo desalado-. Cuentan también con espárragos con salmón y caviar rojo y rollitos de salmón con paté marine. Destacan sus ensaladillas, como la Caviar Rojo con patata, cebolla, capers, huevo, salmón, caviar rojo y nata agria; la ensaladilla rusa Olivie con bacon; o la espectacular ensaladilla de arenque abrigado (filetes de arenque con verdura y mayonesa). En el apartado de carnes se encuentran su Shashlik (una brocheta marinada de cerdo con verduras), sus filetes rusos, la kotleta estilo Kiev (croqueta de pechuga de pollo con queso y mantequilla), los pelmeni de Siberia (raviolis rusos rellenos de carne y nata agria) o los golubtsy Ucrania (rollitos de col con carne, arroz y salsa de tomate). Los fines de semana preparan un exquisito pato al horno con manzana y cada día sus blinchiki (crepes) de caviar rojo, con salmón, con carne o con setas.

No debemos dejar de probar de postre sus tartas ´montaña rusa´, ´capricho´ o ´noche blanca´. Y, para beber, además de vinos y cerveza, sus excelentes vodkas rusos y, si lo deseamos, una lata de auténtico caviar negro de esturión de Siberia de 40 gramos por 70 euros puesta en mesa.