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El poli viajero

el poli viajero

el poli viajero / Víctor J. Navarro

Víctor J. Navarro

Desde hace unos meses el policía local de Molina de Segura Pascual D. Muñoz está visitando muchos centros educativos de la Región de Murcia, un policía local convencido en compartir de forma altruista, en jornadas de descanso, una educación vial con valores y emociones.

A través de estos talleres dirigidos a los más jóvenes, este policía y criminólogo consigue sumergir tanto a mayores como a pequeños, tanto a docentes como a alumnos, dentro de un ambiente donde la enseñanza se mezcla con risas, juegos, bailes y mucho corazón.

Es vital formar en seguridad vial y movilidad, por ello este tipo de iniciativas son sin duda un complemento para la educación donde por un día ‘el poli viajero’ despliega todos y cada uno de sus recursos visuales, pedagógicos y sensoriales para promover la cultura vial.

El método que utiliza para llevar a cabo esta transmisión de valores viales es el denominado ‘VER, OÍR y SENTIR’, que comenzó siendo una campaña de educación vial en el municipio de Jumilla, lugar donde desempeñaba sus funciones anteriormente, y que ahora se convierte en un proyecto educativo vial itinerante que pretende pasar por la mayoría de los centros de enseñanza de nuestra Comunidad Autónoma.

Aunque este proyecto es bastante amplio, podríamos resumir ‘VER, OÍR y SENTIR’ de la siguiente manera:

-VER: recoge aquellos consejos que son enviados por protagonistas mágicos, utilizando a los personajes de dibujos animados de nuestros peques.

-OÍR: la música es parte fundamental del ‘show’, los oídos se activan al ritmo de canciones apropiadas para el espectador.

-SENTIR: la realidad del medio ambiente, los sistemas de retención infantil, cinturón y casco, son reforzados para crear un clima seguro, sano y sobre todo real.

Pascual tiene claro que para conseguir unas calles amables y concienciadas en la educación vial hay que trabajar con sus actores, es por ello que se deben fomentar valores, sembrando en el presente para recoger en el futuro. Sin duda, los estudiantes del presente serán los dirigentes y conductores de nuestro futuro.

Él realiza su trabajo con pasión, y pretende ser un puente entre los docentes y las familias, con una propuesta innovadora, donde es posible un cambio, y que gracias a la química generada dentro de la comunidad educativa, además de contribuir a la concienciación genera una puerta con aire fresco a la forma de entender la importancia de la educación vial.

Uno de sus referentes y amigo, el doctor en Ciencias de la Educación José Antonio Fernández Bravo, tiene una consigna que desarrolla en sus talleres: «Aprender a enseñar desde el cerebro del que aprende».

Contacten, pregunten, vivan, sientan y respiren lo que en una «maleta viajera» se esconde y se mueve.