Opinión | Apuntes del natural

Época de exámenesy rezos varios

Elenco protagonista del filme 'Puñales por la espalda: el misterio de Glass Onion'

Elenco protagonista del filme 'Puñales por la espalda: el misterio de Glass Onion' / L.O.

Estrés.Esta semana se han llevado a cabo los exámenes de la EBAU. Hemos podido ver en televisión e incluso hablar con algunos chicos y chicas que mostraban sus muchos nervios ante el desafío que les supone ese examen en el que se juegan poder acceder a los estudios que quieren si las notas les dan para ello. Que estén nerviosos estos días es natural, pero lo que puedo decir por mi propia experiencia de más de cuarenta años como profesor de cursos de bachiller, es que los estudiantes de este plan de estudios son los que yo he visto más nerviosos y preocupados por las notas en toda mi carrera profesional. Cuando estaba el BUP y el COU lo llevaban mejor, quizá porque eran cuatro años hasta llegar a la EBAU y ahora son solo dos y se estresan mucho más.

Lo que está de moda. Un chico a otros dos en la puerta del centro donde acababa de examinarse de la EBAU: «Estaba seguro que salía lo de la Inteligencia Artificial, tío, y lo he clavao». Igual que le pasó a mi hermana cuando la hizo, que era el año del aniversario de Federico García Lorca y sabía que iba a salir. Siempre hay que fijarse en estas cosas, lo que está de moda y eso.

Celebración. Hoy es el día de La Región. Que no se les olvide.

Lluvia sucia. El viernes, en la ciudad de Murcia, hombres y mujeres tuvieron que dedicar mucho tiempo y esfuerzo a limpiar terrazas y balcones, cristales exteriores y coches aparcados en la calle. Por la noche habían caído cuatro gotas de agua mezclada con abundante arena del desierto del Sahara y estaba todo lleno de barro. Y, lo peor, esto significa que lo que nos dicen de que con la calima el aire está en malas condiciones es verdad.

Sufrir. Un hombre mayor que camina muy despacio por la calle apoyándose en un andador se encuentra con un amigo que lo saluda y le pregunta a dónde va. «A llorar», le contesta. «Voy a que el fisioterapeuta me haga mucho daño; dos veces a la semana tengo que pasarlas canutas, pero, si no voy, perderé la poca fuerza que me queda para poder moverme».

Noticia. En el quiosco, veo una revista en cuya portada se puede ver la foto de una pareja y este titular: «Laura Sánchez y David Ascanio se separan tras seis años de matrimonio y quince de relación». Pienso en comprar la revista, por lo menos por enterarme de quiénes son y qué han hecho para merecerse esa portada, pero al final no me decido.

Defectos y virtudes. Un hombre de unos treinta y tantos, a otro parecido, tomando un café por la mañana en la ventana de un bar: «A veces se pone insoportable, pero tiene un culo divino». (No les doy más detalles porque no pude escuchar más).

Malos tiempos. La violencia más dura, la de los cuchillos y las pistolas, la de los sicarios y los ajustes de cuentas entre bandas o traficantes, han dejado de ser un tema de películas y series para convertirse en algo habitual en nuestro país. Raro es el día que no vemos en los periódicos o en los informativos la relación de algún suceso de este tipo que no ocurre en Chicago en los años veinte, sino en Madrid, en Málaga o en cualquier otro lugar de España. Y se producen muertes y heridas graves, y ya no son solo los delincuentes los que caen, sino también algunos miembros de la policía o la Guardia Civil. Da miedo.

Can flores a María. Los del rosario me han recordado mi infancia. Yo fui a un colegio de monjas y todas las tardes del mes de mayo se rezaba el rosario. Colocaban una imagen de la Virgen de Fátima con azucenas que olían de maravilla y los casi cincuenta críos nos poníamos a rezar dirigidos por una monja. A mí me gustaban más los misterios Gozosos que los Dolorosos. Pero, sin lugar a dudas, el recuerdo más bonito de este tema es el de los Rosarios de la Aurora. Una vez mi madre me despertó y me llevó con ella. Empezaba de noche, y salía de una iglesia –la de San Diego, en Cartagena– se sacaba a hombros la imagen de la Virgen y se paseaba por las calles del barrio, por supuesto, rezando el rosario. Poco a poco, amanecía. Era muy bonito para un niño como yo. Pero, claro, esto de ir a rezar delante de la sede de un partido político para protestar, ya es otra cosa, a mis pocas luces.

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