Opinión | La Feliz Gobernación

El Gorguel, pasarse o no llegar

La Comunidad nunca le ha puesto fe, no lo ha presentado como una prioridad ni ha indagado lo suficiente en la instancia nacional y menos en la europea

Imagen de El Gorguel

Imagen de El Gorguel / Iván J. Urquízar

Dicen que tan malo es pasarse como no llegar. En una de estas situaciones se encuentra el Gobierno regional en relación al Gorguel. Desde que Fernando López Miras es presidente de la Comunidad es difícil encontrar un titular destacado de prensa que se refiera a ese proyecto portuario.

En el mejor de los casos, se trata, según la percepción general, de un desiderato, algo que está ahí como posibilidad, más dormida que despierta. Está, pues no hay renuncia expresa, pero no está, porque la reivindicación no se reactiva.

Un político anterior a López Miras, de su misma dimensión institucional, me dijo una vez cuando le pregunté por el Gorguel: «Ahí estamos, mantenemos la iniciativa, pero Europa nunca lo autorizará, así que para qué perder el tiempo». Se entendía a partir de esta premisa que la Comunidad autónoma no estuviera en vanguardia de este proyecto, aunque secundara a los empresarios que lo tenían por bandera.

Recuerdo que una vez, a instancias de éstos, se hizo una convocatoria en Madrid, creo que en el Casino de la capital, para celebrar una conferencia al respecto. Allí estábamos todos, empresarios y periodistas de Murcia más algún reportero madrileño amigo de alguno de los convocantes, para escuchar lo mismo que, sin necesidad de desplazarnos ya conocíamos por ruedas de prensa locales. No hay mayor soledad que la del monologuista sin audiencia que va cambiando de escenario. 

La Comunidad nunca le ha puesto fe al Gorguel, no lo ha presentado como una prioridad ni ha indagado lo suficiente en la instancia nacional y menos en la europea. Puede parecer anecdótico, pero el hecho de que la presidencia de la Autoridad Portuaria de Cartagena se mantenga en situación de provisionalidad desde hace más de un año es indicativo, como poco, de un cierta pereza acerca de la urgencia del desarrollo y ampliación de esa infraestructura.

Y ahora que la candidata socialista al Parlamento Europeo y todavía ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dado carpetazo a la expectativa, vienen las madresmías. Al Gobierno regional se le pueden reprochar dos cosas, según el lugar desde el que se mire: reivindicar El Gorguel siendo un imposible, y no luchar por él cuando tal vez era posible. Pasarse o no llegar, para el caso es lo mismo.

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