Opinión | Noticias del Antropoceno

Las nuevas metas del gigante Meta

La historia de la empresa fundada por un casi imberbe Marck Zuckerberg cuando era un mero estudiante de informática en la Universidad de Harvard, es un ejemplo paradigmático del uso del denominado ‘marketing de guerra’, un concepto consagrado por la prolífica pareja de pensadores del management empresarial Al Ries y Jack Trout y desarrollada en su libro seminal Marketing Warfare publicado en el año 1985 y del que nacieron múltiples versiones propias y ajenas. 

En ese libro, los autores aconsejan distintas estrategias empresariales según que la posición de tu compañía en el mercado sea la de líder, seguidora o guerrillera (el concepto de marketing de guerrilla surge también de aquí). Parte de esos consejos, concretamente a las empresas líderes en una industria determinada, consiste en apropiarse sin tapujos de los desarrollos de valor que hacen las empresas innovadoras, sea mediante adquisición de estas o copiándolos descaradamente siempre que no puedan adquirirlas a un precio razonable. Por eso, entre otras razones, la astronómica litigiosidad en el tema de apropiación de patentes en los tribunales norteamericanos, donde parece que todos están en guerra contra todos.

Un ejemplo de esta estrategia fue la compra por parte de Facebook (actualmente META) de Instagram, con excelentes resultados y, posteriormente, de Whatsapp, aplicación a la que hasta el momento no se le ha sacado rentabilidad por ausencia de un modelo de negocio que no perjudique su naturaleza y su fuerte implantación. Otro ejemplo, en este caso de copia descarada, es la incorporación a Instagram de diversos formatos que previamente habían triunfado en Snapchat o Titktok, como las stories o los reels. Parece ser que los formatos no son patentables.

Otro de los consejos estratégicos de Ries y Trout es que abandones lo antes posible un desarrollo en el que estés fracasando. Ahí el rey de esa estrategia es Google, que ha cancelado decenas de proyectos aparentemente prometedores. Pero META no ha ido a la zaga dejando en dique seco y despidiendo a miles de trabajadores del tan anunciado a bombo y platillo METAVERSO, que incluso indujo al cambio de nombre de la empresa original. 

A cambio, META se ha empeñado en dominar el ámbito del hardware de la realidad virtual y aumentada, con los cascos QUEST (fruto de una adquisición) y las gafas META, un gadget prodigioso que ha copiado literalmente del proyecto cancelado conocido como Google Glass. ¡Más madera! ¡Esto es la guerra!

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