De vuelta

AMNISTÍA y amnistías

Santiago Delgado

Santiago Delgado

La palabra amnistía se escribe con minúscula inicial, porque es un nombre común. Servidor la ha escrito con mayúsculas toda ella, para que no se confunda con la mayúscula de inicio de título. Empero, los escritores tienen licencia para escribirla con mayúscula inicial, por motivos de expresividad, simbolismo o por mera y simple voluntad de hacerlo. Éste es el caso que nos ocupa. En el 78 hubo Amnistía, el régimen saliente reconocía su error, y dejaba de considerar delito un montón de cosas, respecto de las cuales se reconocía su legitimidad. Con la Amnistía retomaban también su legalidad.

Esto que va a haber ahora, de ser Amnistía, llevaría consigo disolución de las Cortes, elecciones constituyentes y redacción de nuevo texto constitucional por las nuevas Cortes. Y luego, otra vez, elecciones generales. Digo elecciones, no Indraelecciones. Pero eso no va a ser porque supondría poner en riesgo la presidencia del Gobierno al autócrata puro que tenemos en la Moncloa, por otros cuatro años. Imposible, ese horizonte. No ha llegado él hasta aquí para poner en riesgo su dúo Moncloa/Falcon, faltaría más. 

Así las cosas, sólo cabe una amnistía, así con minúscula inicial. O amnistieja que dijéramos. Los golpistas de octubre pueden volver sin indulto, que supondría apresamiento, juicio y sentencia, y sentirse ciudadanos de pleno derecho. Un insulto al Estado de Derecho que somos, y a la pura lógica jurídica. Y, cómo no, nada de elecciones, ni siquiera de Indralecciones. Ya digo. Los experimentos, con gaseosa. El falconadicto sigue de presidente, sin ninguna solución de continuidad porque no hará falta. Presidente antes, en y después de la aprobación y aplicación de la amnistía. ¡Claro que sí!

La cosa no es de sorprender. La pedagogía de cambio lingüístico progresista alcanza otra cima: obligación de llamar Amnistía a lo que es un imposible jurídico: haber delinquido, y que desparezca el delito por el arte de una mayoría exigua en las Cortes. Y en el seno del Estado que se arrepiente de haber considerado delito al separatismo actuante, no haya ninguna responsabilidad que asumir. 

Lo dicho, el agua seca, el viento parado y la montaña plana. Pero como lo dirá el BOE, todos a callar y humillar la cabeza ante el nuevo engendro que no tiene otra causa que la continuidad del Autócrata en la presidencia del Gobierno. Y para seguir preparando la III República, que ya será exEspañola. Por esta ley de amnistía/amnistieja, ya no seré perseguible hacer referenda unilaterales de autodeterminación, ni nada. 

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