Tribuna Libre

Mutilación de las moreras antes de tiempo

Hago una reflexión acerca de lo que estamos haciendo con este querer dominar, ordenar y organizar la naturaleza, esa naturaleza que nos da la vida, nos enseña y educa

Un operario del Ayuntamiento de Murcia recogiendo ramas podadas del suelo.

Un operario del Ayuntamiento de Murcia recogiendo ramas podadas del suelo. / AYTO MURCIA

Paloma Ferrer

Como todos los años, en Murcia se vuelve a repetir la misma escena: la poda de las moreras antes de tiempo, desde principios de octubre. Para información general, a las moreras que inundan nuestras calles se les llama ‘moreras de sombra’, y son una variedad que dan menos frutos (variedad ‘fruitless’), utilizada para no ensuciar las aceras.

La buena práctica en jardinería dice que esta morera se puede podar, para darle forma, en dos momentos; entre abril y agosto, para eliminar alguna rama (recomendable una poda sencilla), o de diciembre a enero, que es cuando el árbol ya ha perdido la hoja y entonces ‘hiberna’ ralentizando su metabolismo (puede hacerse una poda más severa). Entonces ¿porqué se podan en Murcia las moreras desde principios de octubre con temperaturas que rondan los 30º, o en noviembre cuando está la copa aín con todo su follaje?

Hablemos primero del motivo por el que se podan estas moreras. ¿Porqué o para qué se podan nuestras moreras, las cuales aportan sombra en primavera y verano, y embellecen y dan vida a la ciudad cuando tornan sus hojas de verde a amarillo en otoño, antes de caer?

La poda, o parcial ‘mutilación’ (RAE: «cortar una parte de un cuerpo vivo»), de esta morera se realiza, normalmente, para darle forma (poda de formación) ‘de vaso’. Esta poda no se realiza por necesidades del árbol (no la necesita para su crecimiento), sino que se hace solo y exclusivamente por interés humano para darle la forma deseada. Ese es el objetivo principal de la poda. 

Seamos conscientes, se mutila esta parte de un ser vivo, con la consiguiente herida para el árbol que posteriormente tiene que emplear energía para sanarla, solo por interés humano. Y si el árbol tiene suerte, y la poda está bien ejecutada, por su gran capacidad de resiliencia saldrá adelante y generará nuevas ramas, y seguirá viviendo. 

La cuestión es que esa agresión al árbol que hacemos por nuestro interés, ¿porqué se ejecuta además cuando el árbol está activo, con toda su copa, en lugar de esperar a que siga su proceso de virar sus hojas a color amarillo y perderlas, quedándose entonces con un metabolismo ralentizado que le permitirá llevar mejor este proceso?

La respuesta tendría que aportarla el Ayuntamiento de Murcia, ¿quizá porque si espera a que caigan las hojas, el trabajo de limpieza sería intenso?, ¿quizá porque en diciembre ya tiene que emplear al personal de jardinería en otras tareas, por ejemplo, en el cambio de planta urbana por la flor de navidad? 

Es decir, puede que anteponga emplear personal de jardinería en el cambio de plantas y flores cada 2 o 3 meses (tarea antinatura, antiecológica, de nulo sostenimiento ambiental, en contra de las indicaciones de sostenibilidad,...) a la recogida de hojas de las moreras y poda de las mismas en su tiempo (proceso natural, sostenible, educativo, que nos conecta con la naturaleza y los procesos biológicos, y disfrutable por el ciudadano). 

Hago una reflexión acerca de lo que estamos haciendo con este querer dominar, ordenar y organizar la naturaleza, esa naturaleza que nos da la vida, nos enseña y educa (a tener paciencia, a sentir los cambios estacionales, a conocer nuestro paisaje, …). Ya que el Ayuntamiento a veces apuesta con intervenciones nuevas donde hace intentos de introducir vegetación dentro de la ciudad, intentando acercarse a la ‘naturalización’ de esta, seguro que puede apostar por valorar, disfrutar y respetar la naturaleza que ya tiene. Para mí, ese respeto y cuidado a la naturaleza puede extrapolarse al respeto y cuidado del ciudadano.

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