Zihuanatejo

Sin prisa pero sin pausa

Miguel de Capel

Miguel de Capel

Aún recuerdo cuando empecé en Cs. Yo me afilié cuando aún era ‘Ciutatans’. Un partido catalán que ni siquiera salía en las encuestas. Hasta que un día, de la noche a la mañana, una encuesta nos metía en todos los parlamentos autonómicos. Recuerdo que me acosté un sábado después de haber salido a cenar con unos amigos, perteneciendo a un partido residual, y me desperté el domingo alarmado por decenas de llamadas porque nos acabábamos de convertir en el partido de moda. Os prometo que fue así, prácticamente de un día para otro

No debamos crédito. Realmente, y ahora que no nos lee nadie, éramos una ‘banda’. Sin estructura, sin cuadros, sin equipos y sin medios. Un líder guapo y carismático, y detrás, la nada. Y menos en los territorios, donde nos reuníamos en las terrazas de los restaurantes. Seguramente por eso, igual que tocamos techo muy rápidamente, del mismo modo nos despeñamos por el precipicio cuando llegaron las primeras dificultades. No había cimientos. Era un proyecto cien por cien personalista. Quemado el líder, achicharrado el partido. Por cierto, lo mismo que le pasó a UCD, UPyD, o Podemos, y que con total seguridad le va a pasar a Vox. Partidos basados casi exclusivamente en el carisma del líder.

Y es que hoy en día es relativamente fácil sacarte de la manga a un líder o una lideresa con equipo de buenos asesores y una decente campaña de marketing. Pero la experiencia nos ha demostrado que eso es pan para hoy y hambre para mañana. Sobre todo para el sufrido votante, que ve frustradas una y otra vez sus expectativas de mejora de la sociedad. Que es de lo que se trata.

Lo realmente difícil es cimentar un proyecto sólido, que trascienda de los egos y de las personalidades. Y que sirva realmente a los intereses de todos los españoles. Con contrapesos fuertes para que el líder de turno no acabe convirtiéndose en un César.

Con ese objetivo, un grupo de inconformistas hemos fundado Nexo, una plataforma que aglutina a personas convencidas de que nuestro país necesita una nueva oferta política verdaderamente reformista. Nexo no es un partido, pero sí nace con vocación de ser una herramienta eficaz para impulsar ideas y posiciones que hoy no encontramos de manera decidida en ningún partido del escenario político, y que identifiquen un proyecto de país como espacio común de personas iguales, libres y solitarias.

Esta plataforma busca crear lazos y unir a personas y entidades que compartan este objetivo común. De ahí el nombre.

A pesar de haber empezado a andar hace poco menos de un mes, ya tenemos creadas una serie de comisiones sectoriales, donde cualquier asociado se puede inscribir y colaborar en el crecimiento de este proyecto, para poder salir al exterior con propuestas serias y solventes. Y no con las butades habituales. Nos hemos propuesto contar de verdad, y no de boquilla, con el talento de todos nuestros asociados.

En este sentido, lo primero y principal es asentar unos buenos cimientos para no caer en errores del pasado. No tenemos prisa, ni tampoco grandes objetivos definidos a corto plazo. Que la gente esté tranquila. Es verdad, si dijera lo contrario mentiría, que Nexo nace con vocación de ser un partido político. Pero de momento estamos a otra cosa. Sentado lo anterior, y en este contexto, nos ha llamado la atención que cuando solo acabamos de presentar la plataforma, y aún andamos en los trámites primigenios de organizarnos por áreas sectoriales, por territorios, y, en definitiva, de darnos a conocer, ya hayamos aparecido en la primera encuesta. Es verdad que es una encuesta de esas de internet de dudosa fiabilidad. Pero ¿de qué encuesta se puede fiar uno hoy en día?

La verdad es que nos pareció curioso, e incluso hasta gracioso. Pero reitero, aún hay riesgo de hacerme pesado. Que nadie se acelere. Si pretendemos ser un proyecto serio, y ocupar ese espacio del que tantos españoles se han quedado huérfanos, mal haríamos si nos dejamos llevar por cantos de sirena y nos precipitamos. No lo vamos a hacer.

Suscríbete para seguir leyendo