Al Azar

Pedro y Yolanda, Travolta y Olivia

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en la presentación del acuerdo entre PSOE y Sumar.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en la presentación del acuerdo entre PSOE y Sumar. / Eduardo Parra / Europa Press

Matías Vallés

Matías Vallés

Besos y caricias, en algún momento se arrancarán a bailar, Pedro Sánchez maquillado de Fred Astaire, y Yolanda Díaz, obligada a seguirle el ritmo con todo el mérito de Ginger Rogers, porque «tenía que hacer lo mismo que su pareja, pero encima hacia atrás y con tacones». 

Es incomprensible que el acuerdo entre un presidente del Gobierno y su vicepresidenta alcance un impacto mediático semejante, salvo por la evidente apostura mutua que infla portadas y pantallas. 

Se abrazan otra vez, siento el énfasis en lo físico pero el discurso hay que ganárselo y no lo hubo más allá de «querida Yolanda», «querido Pedro».

La comparación con el Hollywood clásico los envejece, son jóvenes incluso para identificarse con John Travolta y Olivia Newton-John, por encima de las ideologías. 

«Lo llevo en mi piel», dice Yolanda mientras Pedro la mira embelesado, todo a raíz de una coincidencia inevitable entre cabezas de cartel. Se deslizan ante las miradas expectantes de sus correligionarios, giran ajenos a los montescos y capuletos o Felipe González y Pablo Iglesias, dos predecesores sombríos que les acechan respectivamente con las dentaduras caladas. Inauguran la combinación del paternalismo y el maternalismo. Sonríen, se sonríen, la alegría no se perdona en política.

Todo amor surge del instinto de supervivencia, o no leímos con provecho a Darwin. Los bailarines han transformado la ideología en coreografía, Pedro y Yolanda danzan para la posteridad.

El celoso Feijóo es consciente del elixir que desprende la pareja, y les afrenta el descontento de «una infinidad de españoles y catalanes», porque si afina en millones seguro que equivoca las cantidades. No se veía un despliegue semejante de política de contacto corporal desde Iglesias y Sánchez en 2019, mejor no repasar los acontecimientos posteriores. 

Dondequiera que lleguen, Pedro y Yolanda se desplazarán bailando con un previsible final de La La Land. Si esta puesta en escena de los divos de PSOE y Sumar no estremece a Puigdemont, nada lo hará.

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