Revistero murciano

Suplemento literario de La Verdad 1923 - 1926

Suplemento Literario de La Verdad, 1924.

Suplemento Literario de La Verdad, 1924.

Pedro Manzano

La Paz, aquel periódico murciano fundado en 1858, contó ya con suplementos literarios: La Enciclopedia, que se publicaría entre agosto de 1888 y marzo de 1889, antecesora de Miscelánea, que aparece el 3 de marzo de 1890 con parecidos contenidos y colaboradores de la talla de Cassou, Baquero, Selgas o Eladia Bautista. Treinta años después, en la Murcia del primer cuarto del siglo XX se editaban 18 revistas de temática y ámbitos diversos, y la prensa hacía sentir su poderosa influencia, desde luego, también y, sobre todo, en el ámbito literario y cultural. 

En 1921 comienza a aparecer en El Liberal Nuestra Página Literaria, que pretende dar a conocer los nuevos valores de la literatura regional; no duraría su andadura ni un año siquiera. Será el periódico La Verdad el que retome la idea dos años después con la Página Literaria, que estaba al cuidado de José Ballester y Raimundo de los Reyes, con ilustración de cabecera de Vicario, página cuyos contenidos anunciaba La Verdad el día antes. 

El Suplemento Literario, que protagonizan José Ballester y Juan Guerrero -que ya colaboraba en la Página-, la sucederá hasta 1926. El primer Suplemento Literario, sin numerar, aparece el 18 de noviembre de 1923 y supone una declaración tácita de las intenciones que se pretenden: referencias a Juan Ramón Jiménez, colaboraciones de Oliver Belmás, Sobejano y Guerrero, un poema de Góngora y la traducción de Ernesto Montenegro de la Elegía a Lincoln de Whitman, Oh Capitán mi Capitán.  

El 6 de enero, Año II de 1924, se numera 1 el Suplemento con textos de Martí, Oliver, Cegarra Salcedo, Bergamín, Guerrero… y un poema de Juan Ramón. Benjamín Palencia ilustra el número 11, de 23 de marzo. El número 48, de 18 de enero de 1925, celebra el Tercer Centenario de Góngora. No olvida el Suplemento mencionar otras revistas literarias nacionales: Alfar, Revista de Occidente o Litoral. 

En mayo de 1926 el Suplemento Literario llevaba publicados más de 50 números. Y, como escribe Juan Guerrero, en la publicación editada por la Galería Chys en 1977, con motivo del 50 Aniversario de Verso y Prosa, el Suplemento había logrado eludir, gracias a José Ballester, entonces redactor-jefe de La Verdad, el ambiente provinciano y los compromisos locales, elevándose a categoría nacional, moderna, donde no desdeñan colaborar jóvenes escritores del momento o maestros consagrados. Si atendemos, de nuevo, a las palabras de Guerrero, serían las numerosas quejas de los suscriptores del periódico, «que no se avenían a recibir juntamente con el plácido desayuno del domingo los nuevos modos creacionistas de un Juan Larrea o de Gerardo Diego», el detonante que motivó decidir la conversión de aquella página literaria, aquel suplemento, en revista independiente: Verso y Prosa.

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