Charlas de bar

De cañas por Murcia con... Ramón García

Ilustración de Javier Balsalobre Orenes

Ilustración de Javier Balsalobre Orenes

Alba Marqués

Alba Marqués

Va a empezar. Ya está aquí. El programa del abuelo y del niño vuelve. La letra de la sintonía del Grand Prix no puede estar más acertada, porque pequeños y mayores se congregaban en el sofá a mediados de los 90 y principios de los 2000 para ver a habitantes de los pueblos de nuestro país pegarse trompazos durante retos físicos, pasar la patata caliente mientras ponían a prueba sus conocimientos y correr tras una vaquilla que, por suerte, en esta ocasión se queda descansando en su entorno como manda la madre naturaleza y es sustituida por una persona disfrazada. Mucho más divertido, para qué nos vamos a engañar.

El programa comenzó a emitirse en el año en el que yo llegué al mundo bajo otro nombre, ‘Cuando calienta el sol’, pero esa nomenclatura solo duró una temporada y en 1996 ya pasó a denominarse como por todos es conocido para durar hasta 15 temporadas.

Debido a mi corta edad en ese momento, guardo los recuerdos justos del programa, pero sí atesoro en mi memoria uno de los mejores instantes de los veranos de mi niñez. Junto a mi hermano y cinco primas convertíamos el salón de una pequeña casa en la playa de Lo Pagán, que mis abuelos compartían con sus cinco hijos y sus respectivas familias, en el plató del Grand Prix. Nosotros, siete niños, nos poníamos en la piel de los concursantes y saltábamos de una silla a otra colocadas estratégicamente a lo largo de la estancia como si de los troncos locos se trataran. Menos mal que estos asientos no giraban, imaginaos el follón y la de dientes extraviados por el camino.

El programa regresa el próximo lunes 24 de julio para amenizarnos la resaca electoral y lo hace con una cara amiga. Después de desempolvar su mítica capa para dar la bienvenida al 2023 en la Puerta del Sol , Ramón García viaja de nuevo al pasado para ponerse al frente del espacio televisivo resucitado por TVE.

Y en El rincón del Momo, compartiendo una caña con él, le pregunto: «Está claro que, al menos el primer programa, promete ser un éxito entre los nostálgicos que disfrutamos en su tiempo de él, pero, ¿qué pasará con los niños y jóvenes de ahora? ¿Conseguirá que se sienten en el sofá y aparten su vista de Tik Tok para ver la tele?». La producción del programa ya ha hecho méritos para acercarse a la generación Z sumando como presentadoras a la streamer Cristinini y a la actriz Michelle Calvó.

«Conseguir hoy en día que una familia se reúna para ver el Grand Prix en verano es un reto que no me tiene preocupado sino motivado», contesta Ramón García, decidido.

Otro programa que ha irrumpido en el prime time de los domingos once años después, Allá Tú, demostró en su primera entrega que la vuelta al pasado puede cosechar buenos datos de audiencia. Sin embargo, los mismos bajaron en la segunda emisión. Yo he de reconocer que la vuelta de Jesús Vázquez, las cajas y el banquero me ha hecho sintonizar la televisión, que tantos días queda relegada ante la imposición de las plataformas digitales, y he asistido tan contenta al viaje de emociones que atraviesan los concursantes hasta llevarse unos euros euros dubidú.

También le daré una oportunidad al Grand Prix y Ramón García brinda por ello. Veremos si esta reminiscencia encuentra su hueco o se queda en un optimista intento estival. Quienes fuimos niños en los 2000 solo podemos decirle gracias y desearle suerte.

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