La solución de la transición ecológica al problema del Mar Menor es sembrar la desembocadura del río Albujón con los llamados filtros verdes. Es decir, van a poner una especie de capa de césped, más o menos profunda, la cual, al llegar las aguas podridas, actuará de aduana acuífera: el agua pura pasa, las cosas nitradas y fosfatadas, no. Bien, en el mejor de los casos, dejarán pasar agua dulce, que continuará con la tarea de bajar la salinidad del Mar Menor. Las golas puede que aminoren la salinidad, pero esta agua dulce del río Albujón la anulará, donde llegue, cada vez más.

Claro, todo esto es suponiendo que la agricultura intensiva del Campo del Mar Menor sea la culpable de la polución, anoxia y otras desgraciadas circunstancias. Pero la hipótesis alternativa, en la que, por cierto, coinciden los hidrogeólogos –los científicos idóneos en el caso– es que el causante de la polución y anoxia es el río Albujón, que recoge toda la fecalidad de las depuradoras de los habitantes del susodicho Campo del Mar Menor. Entonces, mucho nos tememos que el filtro final no sirva para nada. No hay filtros universales para desechos agrícolas y para aguas residuales urbanas a la vez.

Pretender que los cultivos son los culpables de las anoxias y eutrofización del Mar Menor que se expande siempre desde la desembocadura del río Albujón es partir de un prejuicio: la agricultura tiene la culpa. Molesta la agricultura intensiva porque es, dicen, un mal absoluto. Crea riqueza y reparte puestos de trabajo (anatema marxista), de manera rotativa y permanente en toda la extensa comarca prelitoral; aunque esto no lo dicen, claro. Se ha encontrado la causa sin empezar a buscarla. Eso es el prejuicio científico, el dogma: los males del Mar Menor son los cultivos. Parten de la certeza previa antes de investigar.

Recientemente estudios solventes de rigurosos ecólogos han hallado que todo el fondo del Mar Menor al que podríamos llamar ‘cono de deyección subyacente’ del río Albujón es arena fangosa, estéril para la flora marina. Esos barros del fondo son los detritus arrastrados desde la corriente que recoge los desechos de las depuradoras.

En resumen, los filtros no van a resolver nada. Hay que cambiarlos cada no se sabe cuánto tiempo, y una vez colmatados son desechos bastante indeseables de acoger, donde quiera que se vayan a depositar.

La solución es bombear el río Albujón antes de llegar al Mar Menor, desviarlo donde se puedan depurar sus aguas, reutilizando los componentes no válidos (cosa que ya hacen) y reciclando el agua apta para riego.

Termino, repitiendo: 1. ¿Cuánto aguantan los filtros en condiciones de limpiar el río Albujón, en la hipótesis antrirriqueza agrícola? Y 2. ¿Dónde se llevarán los filtros colmatados?

Ya hemos tenido episodio largo de altas temperaturas, y no ha habido eclosión de algas intrusas ni anoxias. Lo único que ha cambiado ha sido la limpieza de algas y cienos en la costa adyacente, por el Gobierno regional. ¿Habrá relación causa-efecto?

Eso digo.