Los hay de distintos colores, marcas, tamaños y con tecnología muy moderna. Tanto que algunos son más ordenadores que teléfonos. Sin embargo, en el partido socialista parece que aún tienen un ‘zapatófono’ incapaz de transmitir la información de manera clara y veraz. Así ha quedado patente con el archivo del caso de los vídeos de Ballesta por parte de la Fiscalía de la Región, la última de las investigaciones del Ministerio Público sobre los populares de la Glorieta, que han quedado limpios de polvo y paja.

La incomunicación que han demostrado los socialistas de Princesa con respecto a sus compañeros de la Glorieta es para estudiarlo, una actitud incomprensible si se tiene en cuenta que ‘los del regional’ (como les llaman los munícipes) poseen distintos submarinos que tienen bajo estrecha vigilancia al actual alcalde, José Antonio Serrano, y a su equipo. Una especie de lobby del PSRM-PSOE que, a veces, marca incluso las decisiones políticas municipales. Demasiada tutela para una cancha que precisa de acciones políticas eficientes, urgentes y valientes sin pensar en clave electoral y de gestión pura y dura sin atender intereses partidistas.

Sin embargo, en este caso no se ha producido reciprocidad por parte de los que llevan y traen, de los ‘correveidile’ de todo lo que acontece en el reino socialista de la Glorieta y han dejado a los pies de los caballos al alcalde y a uno de sus hombres de confianza, que ha tenido que salir a la palestra para defender algo que desconocía. Mientras tanto, los del regional se han puesto de perfil y ni siquiera el que alentara la denuncia ante la Fiscalía, Francisco Lucas, ha dicho esta boca es mía desde que, a través del Ministerio Público, se le indicara allá por agosto al abogado del PSOE de manera verbal que el caso iba a ser archivado.

Cierto es que los partidos no tienen que dar cuenta de las decisiones judiciales, entendiendo que no son el gabinete de prensa de la judicatura, pero por responsabilidad ética y social sí deberían plantearse dar explicaciones sin dilación cuando se produce una resolución que puede cambiar el contexto y ampliar la perspectiva de determinados asuntos. Esto vale tanto para PSOE como para el PP, que tampoco está a salvo de no informar sobre resoluciones en tribunales que son de enorme trascendencia. Sin ir más lejos, la de la promotora Mamusa sobre el convenio que los populares de Cámara firmaron con la citada empresa y que obligará al Ayuntamiento, si el Supremo no lo remedia, a pagar 19 millones de euros.

La resolución de la Fiscalía y el mal papel ejercido desde la sede regional del PSOE debería marcar un punto de inflexión en las relaciones que existen con los de la Glorieta, que estarían legitimados para dar un puñetazo encima de la mesa y no permitir nuevas injerencias que les lleven a dar munición a la oposición. Los populares están gozando de lo lindo con la situación, aunque de jalar tanto la cuerda pueden llevarse sorpresas. Han apostado fuerte por este asunto hasta el punto de considerar que la moción de censura fue una artimaña política basada en mentiras, un argumento peligroso y torticero para aquel que repase el texto que se aportó a la firma de los que desalojaron al PP de la alcaldía.

La memoria a veces juega malas pasadas y trae a la mente aquello que refuerza nuestro parecer o argumentos. En ningún caso en los ocho folios de la moción de censura firmada se habla de corrupción. Repasarla les vendría bien a unos y otros. Por nadie pase