Se llaman Lola García, Isabel Blaya, Isabel Vera, Oti Baeza, Loli Tornel, Inmaculada Serna, Carmina Tornel, Pepa López, Isabel Andreu, Vicki Barba... son las mujeres de las vías. Unas pocas porque son muchas más. Mujeres que han hecho de las vías su lugar de encuentro desde hace muchos años, demasiados años. Mujeres corrientes que luchan por su presente pero también por nuestro futuro. Mujeres de piel dura que no ha conseguido erosionar ni las multas ni los empujones de los antidisturbios, que también los hubo, comandados por un delegado del Gobierno para olvidar.

Mujeres que ningún martes, sea cual sea la inclemencia, faltan a su cita en las vías para recordarnos a todos que nadie te regala nada si no peleas por ello y que no basta con indignarse a la hora del café en el bar. Mujeres que cada semana recuerdan con su presencia en las vías que Murcia, la séptima ciudad de España, está cómo está por unos políticos timoratos que ya ni intentan disimular sus mentiras sobre el AVE y el soterramiento. Recuerden que el propio presidente autonómico llegó a asegurar en una entrevista de radio que el AVE estaría en Murcia en enero de 2016. Pero antes que él hubo otros que también mintieron porque mentir en España es legal y sale gratis.

Mujeres que dejan el bolso en casa o se lo cruzan en bandolera porque necesitan de ambas manos para agarrar bien fuerte la pancarta con la que recordarnos a todos que Murcia no es menos que nadie y no merece un muro vergonzoso que la divida en dos ni una línea de 25.000 voltios a cielo abierto cerca de viviendas y colegios. Mujeres que quieren para su tierra lo que, por ejemplo, tendrá Bilbao: una estación nueva con dos plantas soterradas, una para trenes de alta velocidad y otra para trenes de cercanías por la sencilla razón de que el Gobierno de Rajoy necesita los votos del PNV para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado.

Mujeres sin afiliación política por mucho que se la han buscado para intentar desacreditarlas y que, para sorpresa de más de uno, han resultado ser infatigables al desaliento. Esa fortaleza (no lo duden) solo es propia de quienes defienden aquello en lo que creen y consideran justo. Ellas son un atisbo de dignidad en una sociedad cada vez más aborregada que reivindican lo que presidentes, consejeros y alcaldes han renunciado a exigir por miedo a incomodar y es que Murcia sea tratada de manera decente y no de forma ignominiosa con trenes de desecho y vías y estaciones que ni en Nigeria.

Son las mujeres de las vías. Mujeres que saben que el AVE no llegará a finales de 2017 como asegura el ministro Iñigo de la Serna porque acaba de salir a licitación el desvío de vías entre Monforte del Cid y Murcia con un plazo de ejecución de dolce meses más el proceso licitador. Mujeres que cada día, porque viven cerca, comprueban como la empresa ALDESA a la que a mediados de 2015 adjudicaron sin evaluación de impacto ambiental el soterramiento en Santiago el Mayor con un plazo de ejecución de siete meses, ha desaparecido sin enterrar ni un solo metro. Por no dejar, no ha dejado ni casetas de obra. Se ha evaporado. Mujeres que ven como los presupuestos de la CARM de 2016 destinaban 23 millones al soterramiento de los que no se ejecutó ni uno y este año 2017 la asignación se ha reducido a 7,3 millones con los que todavía se permite la consejería de Fomento asegurar que acometerán la segunda fase del soterramiento entre Senda de los Garres y Ronda Sur. Ni en los mejores sueños de Rivera.

Mujeres que lograron que el propio presidente de ADIF reconociera públicamente que el AVE llegará en superficie a Murcia porque no tenía dinero para el soterramiento y no estaba incluido en los Presupuestos Generales del Estado dejando al descubierto las falacias de nuestras Administraciones.

Estas mujeres ven cada día como las obras del colector de aguas pluviales que sí o sí hay que desviar para que llegue el tren, avanzan muy lentamente. Supuestamente deben estar terminadas en abril para el montaje de la plataforma, pero EMUASA aún no ha reanudado las obras del colector en el lado sur de la vía tras tapar la zanja donde se encontró agua porque ¡oh sorpresa! el agua aflora en Murcia a tres metros de profundidad debido al nivel freático. Son las mujeres que siguen esperando el proyecto técnico del soterramiento entre Senda los Garres y Nonduermas que, según dijo el director general de Transportes, Salvador García Ayllón, en noviembre de 2016, estaba ultimando el ministerio de Fomento. Entonces aseguró que en un par de meses estaría listo y se sabría con seguridad el coste total del soterramiento de los ocho kilómetros de vías. Sin noticias de Gurb.

Tampoco hay señales sobre el necesario desvío para los trenes de mercancías que, desgraciadamente, seguirán pasando por el centro de Murcia, ni planes para los cercanías. Y del Corredor Mediterráneo poco más que una cumbre empresarial en ciernes y solo porque el ministro Rafael Catalá, el de las filtraciones, ha dicho que el Corredor Mediterráneo está sobrevalorado y toca hacer como que nos indignamos.

Decir que tenemos lo que nos merecemos sería tan acertado como injusto. Los murcianos merecen más y mejor. La indolencia que están mostrando autoridades locales y regionales causa sonrojo pero les da igual. Les basta con repetir de vez en cuando que «el AVE llegará pronto y llegará soterrado» porque sobran palmeros y faltan personas como las mujeres de las vías. Felicidades, valientes, y gracias por recordarnos que la soberanía reside en el pueblo.