El programa ´Salvados´ de Jordi Évole nos dio la oportunidad de rescatar el pasado domingo la figura de Gerardo Iglesias, quien fuera dirigente del PCE, cofundador de IU y diputado y que, tras dejar su cargo, volvió a su trabajo anterior, que no era otro que una mina en su Asturias natal. Lo hizo sin recibir compensación ni pensión alguna por dejar su escaño, como ahora tanto se estila entre políticos de toda índole y con el agravante de que el trabajo al que volvía no era ninguna ´joya´. De hecho, como él mismo declaró en la entrevista, sus jefes le ´putearon´ durante meses y, al final, tuvo que dejar la mina tras sufrir un accidente por el que le dieron la incapacidad total. Frente a este caso de honradez política, Ébole también entrevistó a María Luisa Cava de Llano (PP), consejera de Estado, que no tuvo reparos en reconocer que gracias a su nuevo cargo (antes fue Defensora del Pueblo y tras dejarlo recibió durante dos años una compensación de más de 3.000 euros al mes por haber abandonado su profesión de abogada), podrá disfrutar de «una jubilación dorada».