A veces pienso que debo de tener pinta de galán de telenovela. Recuerdo una sesión fotográfica para un periódico en el Paseo de Recoletos de Madrid, con motivo de la aparición de uno de mis libros. El fotógrafo me puso a hacer posturitas en la calle: apoyado en un árbol, sentado en un banco, asomado entre unas columnas... Mientras posaba, se detuvieron frente a mí dos señoras cogidas del brazo. Escuché como una le preguntaba a la otra: «¿Quién es ese?» Y como la otra respondía: «No sé decirte exactamente, pero me suena de una de esas series de televisión que emiten a mediodía».