Hay muchos que consideran que los políticos han perdido la capacidad de ejemplaridad hacia los ciudadanos. No es de extrañar, puesto que muchos gestores públicos han utilizado su cargo para lucrarse, y ahí están todos los casos de corrupción que se han destapado durante los últimos años, con numerosas condenas. Sin embargo, parece que en algunos aspectos sigue habiendo una influencia. Es el caso de la ingestión de productos caducados. Si bien los consumidores han dado habitualmente muestras de prudencia y sensatez en todo lo que se refiere a la salud, alguna salida de tono de un ministro ha hecho mella en el comportamiento a la hora de consumir los productos. Uno de cada tres españoles ingiere alimentos con la fecha de caducidad sobrepasada, según el último estudio realizado por la Confederación de Asociaciones de Consumidores. No cabe duda de que las poco afortunadas declaraciones del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, indicando que se toma los yogures caducados, han influido en las estadísticas. Mal ejemplo da como responsable de alimentación del país.