Me echan en cara que me meto mucho con nuestra clase política€ ¿es posible?. Reformulo la pregunta: ¿es posible no meterse? A mí me encantaría estar encantado con nuestros políticos, lo juro por Tutatis. Al igual que la inmensa mayoría de esta España mía, esta España nuestra, como cantaba aquella. Pero no estamos para cantar, si no para llorar. Para llorar a moco tendido, pues los de antes y los de ahora, o mejor, entre los de antes y los de ahora, nos han dejado en la más dura indigencia, mientras se culpan los unos a los otros de las culpas de todos€ ¿Cómo no quieren, entonces, que yo no me llore de nuestros políticos? ¿O es que cuanto pienso, digo o escribo son mentiras inventadas? ¡Posentonces!

Pero no solo estamos el común del común al borde de la pobreza y de la más desoladora ruina dentro de aqueste triste solar patrio. Es que, fuera de él, se nos ha conducido a niveles altamente vergonzosos. Miren, tan solo unas muestras: el Foro Económico Mundial nos sitúa en el puesto 135 de un ránking de 144 países. En descontrol del déficit público, justo estamos por encima de Malawi y de Namibia€ Ojo al dato, en calidad del sistema educativo, por Dios bendito, estamos detrás de Armenia y de Tanzania, allá por cerca del puesto cien o así€ Entre las trescientas primeras universidades del mundo no hay ni una sola que sea española, por ejemplo. En acceso a financiación de pymes y empresas locales, ostentamos el lugar 122, ¡por detrás del Chad! ¿Y para arreglar esto suben los impuestos y bajan los sueldos?

Y ya que tocamos el palo de las pequeñas empresas y demás, ¿cuántos ministros y gobernantes, de antes y de ahora, repito, vienen de una jodida pyme? Ni uno solo. Todos vienen de uno de los tres grandes manaderos, a saber: o son funcionarios en excedencia que luego vuelven a su alpiste, o son políticos ´profesionales´, ya saben, de sus fáctorings partidistas de jabatos y lobatos, o bien vienen de las grandes corporaciones empresariales, que luego rentabilizan y derivan el beneficio de sus cargos «al puesto que tengo allí»€ Y sabiendo, como se sabe, que el 90% de los ingresos del Estado devienen del mundo de la pyme, ¿no resulta esto una patética incongruencia? Desde luego, conocimiento directo de la realidad del sector que más aporta al tesoro público y más empleo mantiene, no tienen ninguno. Ni pajolera idea. ¿Qué para eso tienen a sus asesores trincando la pasta gansa que trincan? ¡No me haga usted reir!

Así que un servidor de las monjas se pregunta tontamente quiénes son los directamente responsables de todas estas cosas, y si no es la clase política, que son otros, vuelvo a preguntarme inocentemente que entonces, ellos, ¿para qué coño están? Yo entiendo y reconozco que somos los campeones dermundo enfurbo, y que nos salimos en deportedélite, y que «zoy ejpañó, ¿en qué quiereh que tegane?» como estúpida divisa puesta en marcha por los que atetan de esto. Yo les contesto a esos tarados: pues mira, gáname en cultura, gáname en investigación, gáname en educación, gáname en honestidad, gáname en transparencia, gáname en productividad, gáname en formación€

Pero no me ganes en ladrilleo, en corrupción, en eurovegas ni en parques temáticos, ni en megasuperáreas de ocio, ni en el yomásquetú, tevasenterar€ Eso solo es miopía, ruindad e incultura. Hemos gastado enormes recursos de dinero y medios en formar buenos profesionales para que ahora se aprovechen de ellos otros países. Se tienen que marchar por la inopia de sus malos dirigentes a rendir para otros lo que nos ha costado a todos nosotros. Pero eso sí, nos disponemos a ser un país de camareros, croupieres, cocinillas, botones y calzadisfraces temáticos€ ¡me pido el de Peter Pan! Aspiramos a ser al mamadero de Europa, y vivir, o malvivir, de ello. Vengan a comer y a beber, a divertirse, a gastar en ruleta, bacarrá y paella, a tomar vino y sol por un tubo, que nosotros les serviremos. Y les limpiaremos sus excrementos, que pá eso hemoj inventao er Botellón, ¡ele! Y chupemos del cutrerío fino de nuestro circo nacional, de la pajilla de Yébenes, del ecce homo de Borja, o de lo que salga, que saldrá, oiga, saldrဠque semo lo mah grande€ ¡Arza!.

Ya sé que la responsabilidad es de todos. Y la incapacidad y la ineptitud, también. Así es en democracia. Tenemos lo que votamos, y por ende, lo que nos merecemos.

Por lo tanto, una de dos: o nuestros políticos son como nosotros, o nosotros somos como nuestros políticos€ O el huevo o la gallina, ya saben...