Estos años de desgobierno socialista se han caracterizado por los bandazos e improvisaciones de un Gobierno sin ideas que ha perjudicado gravemente a España. Zapatero ha gobernado tan mal y ha generado tanto rechazo y odio entre los españoles que ha arruinado no sólo la economía, sino también a su partido y hasta el mismo sistema, que hace aguas por todas partes.

Cada día son más los que piensan que su ‘protegido’ Rubalcaba, cómplice en todos sus errores y traiciones, ha sido una mala opción electoral. El PSOE está descubriendo con gran pesar que la receta Rubalcaba no sirve para frenar la enorme derrota que sufrirán por habernos llevado hasta la ruina económica, la desesperación y la tristeza.

De hecho, el PSOE parece el Titanic. Tal es así, que el veterano Alfonso Guerra, todo un símbolo del PSOE, ha mostrado su rechazo a formar parte de las listas electorales, sumándose a las dudas de José Bono, al ‘adiós’ de Salgado y a las huidas y dudas de Borrell, Gutiérrez, Carmen Calvo, Miguel Sebastián y otras viejas glorias del PSOE, muchos de los cuales no se atreven a decir en público que se quieren marchar de la política. Algunos abandonan para no hacer el ridículo en las próximas elecciones, pero otros desertan porque no creen que Rubalcaba haya sido una buena elección.

No hay lugar donde no se afirme que Zapatero ha sido un gobernante incapaz, caprichoso y egoísta que ha sumido a España en la ruina y el desastre; ha sido un presidente sectario e interesado, preocupado más por sus caprichos y sus propios intereses que por el bien general. Y para muestra, un botón: el Estatuto de Cataluña, impulsado por el propio Zapatero, ni siquiera era una demanda popular, y únicamente respondía al deseo de unos pocos. Zapatero impulsó ese estatuto inconstitucional y soberanista sólo para fortalecer su alianza con los nacionalistas catalanes, cuyos votos necesitaba para mantenerse en el poder.

Negó la existencia de la crisis, sin otro motivo que engañar a los españoles para ganar las elecciones de 2008. Eso ha provocado que el próximo Gobierno herede un endeudamiento atroz, con un despilfarro lacerante en su afán por legislar en contra de la voluntad popular. Zapatero ha sido y sigue siendo un drama para España, un mal gobernante que ha llevado al país hasta la postración, la pobreza, el sufrimiento y el fracaso. Su balance como dirigente es estremecedor y la España que deja es un país derrotado, empobrecido, triste, sin esperanza, sin confianza, dividido y con sus instituciones en un preocupante nivel de desprestigio.

España no ha sido arruinada por la crisis, sino por un Gobierno socialista, el de Zapatero y Rubalcaba, despilfarrador, torpe e inepto, que en lugar de imitar a la hormiga han copiado a la cigarra y nos han dejado sin nada. Aunque eso sí, han llenado España de escombros.

El próximo 20 de noviembre se producirá ese cambio tan ansiado por todos los españoles. Con el Partido Popular y con el esfuerzo de todos, aplicando y poniendo en marcha las reformas y medidas necesarias, conseguiremos ese gran objetivo nacional. A través de la creación de empleo, controlando el gasto, apoyando a los emprendedores y sin subir los impuestos saldremos de esta. España necesita recuperar los valores tradicionales, hay que hablar de esfuerzo, sacrificio, trabajo y mérito. Una gran Nación se hace entre todos, y todos tenemos derechos, pero también deberes. Hay que generar confianza, certidumbre y seguridad, y a partir de ahí comenzará la recuperación económica. Así es posible salir de la crisis.