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Apuntes

El timador timado

"Hace unos días leíamos en este diario que en el municipio molinense cuatro mejicanos eran detenidos por realizar el antiguo y conocido timo del 'tocomocho', que lo es tanto como el de la estampita"

Hace unos días leíamos en este diario que en el municipio molinense cuatro mejicanos eran detenidos por realizar el antiguo y conocido timo del 'tocomocho', que lo es tanto como el de la 'estampita'. El timo sigue existiendo porque todavía queda gente que se considera más lista que otra e intenta aprovecharse de la buena fe de los demás. La avaricia y la ambición llevan al ser humano a lucrarse a costa de lo que sea. En esta ocasión, el negocio no resultó tan redondo y la mujer —que en un principio quería aprovecharse— terminó siendo estafada, entregando 2000 euros a sus estafadores por un décimo que resultó ser una burda copia falsificada. Menuda cara de sorpresa pondría la señora cuando fue a cobrar y le dijeron que el boleto era falso. Y menos mal que el lotero no llamó a la Policía para denunciarla por intentar estafarlo a él.

La palabra 'tocomocho' viene de la expresión ´tocó mucho´. Este timo es uno de los engaños tradicionales que siempre han funcionado y consiste en que una víctima se encuentra con el estafador, el cual porta un boleto de lotería premiado y que no puede cobrar por algún motivo como, por ejemplo, que es deficiente. A continuación el timador le ofrece el boleto a la víctima por mucho menos dinero del que vale el premiado. Ahora entra en acción un 'gancho' del timador que lleva un periódico o lista con el número premiado para dar más fiabilidad a la trama delictiva. La víctima acepta y cuando va a cobrar el premio le dicen que es falso.

El veterano lector me dará la razón cuando le digo que 'nadie da duros a cuatro pesetas'. Y así es. Las estafas suelen trabajar sobre la ambición, la avaricia y la ingenuidad de la gente. ¿Por qué caemos en la trampa y nos dejamos estafar? Precisamente por esa ambición y porque científicamente nuestro cerebro está preparado para ser estafado.

En el 'tocomocho' hay una intención de la víctima de lucrase a costa del estafador. Para imputarle el delito a la víctima, el boleto premiado tendría que ser real y cobrarse el premio, en cuyo caso se invierten los papeles estafado-estafador Muchas de estas víctimas no denuncian por vergüenza.

Así que mucha atención esta Navidad. No se fíe de falsos ganadores, y si cobra un décimo premiado, que sea el que hemos comprado. Mucha suerte.

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