La sequía dispara este año el precio de las uvas de Nochevieja

Las uvas de Aledo, típicas de la Nochevieja, subirán sensiblemente porque la cosecha ha sido mala en toda la cuenca mediterránea

La uva de Aledo, reina de la Nochevieja. | L.O.

La uva de Aledo, reina de la Nochevieja. | L.O. / L.O.

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Las asociaciones de distribuidores prevén despachar esta Navidad unas 103.000 toneladas de productos frescos, esto son pescado y marisco, frutas y hortalizas y todo el abanico de carnes, desde el pollo y la pularda hasta el ternasco y las piezas más nobles de la ternera. Los precios han anunciado en su ya tradicional presentación de cada año, serán este 2023 ligeramente más elevados, especialmente en frutas y hortalizas, los productos más expuestos al impacto de la crisis climática. En concreto, las uvas de Aledo, típicas de la Nochevieja, subirán sensiblemente porque la cosecha ha sido mala en toda la cuenca mediterránea, ha explicado el vicepresidente de la Asociación de Empresas Mayoristas de Mercabarna, Jaume Flores.

«Estamos viviendo, sin duda, el impacto de la inflación climática, pero también es cierto que después de unos meses en que la tormenta ha sido intensa, hasta septiembre, ahora parece que entramos en cierto periodo de normalidad», ha admitido Flores, que ha destacado el esfuerzo que están haciendo los distribuidores por conseguir uvas de cara a finales de año. «Habrá producto, eso está garantizado, pero será más caro», ha agregado Pere Prats, vicepresidente del gremio de frutas y hortalizas. Otro de los alimentos que notarán un aumento de precio por la escasez de cosecha es la alcachofa.

En el otro lado de la balanza, la cesta de la compra navideña se verá compensada por unos precios más estables en pescados, donde el importante peso específico que tienen los congelados y el hecho de que cada año sea más importate la presencia de producto de piscifactoría está permitiendo aguantar el empuje de la inflación y la caída de capturas causadas por los recientes temporales marinos. Dos ejemplos de esto son la gamba langostinera congelada -un clásico de estas fechas-, que baja un 30% respecto a 2022, y el salmón de acuicultura, que también registra un descenso de en torno al 15%, ha ilustrado Máñez.

También se mantienen, «y en algunos casos incluso bajan», los precios del pollo y las aves en general, ha subrayado Josep Capdevila, gran mayorista de este tipo de carnes en Mercabarna y miembro de la Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició. «Las producciones este año se han normalizado gracias al descenso del precio de los cereales y eso ha permitido que, por ejemplo, haya habido buena producción de pato», ha indicado Capdevila, que ha destacado también cómo han aumentado las producciones ecológicas, a campo abierto, de razas de pollo autóctonas en Catalunya, entre ellos el del Penedès, «que son ideales para estas fiestas».

El capítulo de carnes se cierra, no obstante, con una mala noticia para los amantes de celebrar la Navidad con el contundente cabrito al horno. «Va a haber muy poco y va a estar caro... También por culpa de la sequía», ha reconocido Martí Colomer, portavoz del sector cárnico de Mercabarna. Como alternativa, Colomer ha propuesto comprar pierna de cordero deshuesada y cocinarla, también al horno, con especias y hierbas aromáticas, además de unas patatas, que, por cierto, son una de las pocas hortalizas que este año sí van a bajar de precio.