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Ropas "desaparecidas" y mezcladas entre los usuarios de la residencia López Ambit de El Palmar

Numerosas familias denuncian que sus hijos son vestidos con otras prendas "más viejas"

La Consejería asegura que se "reforzará" el control, mientras que las trabajadoras del centro reclaman un refuerzo de plantilla

Residencia López Ambit de El Palmar

Residencia López Ambit de El Palmar / CARM

Adrián González

Adrián González

«Nuestros hijos no llevan la ropa que nosotros le traemos y los visten con la de otros usuarios. Les ponen una ropa vieja que parecen trapos». Es lo que denuncian numerosas familias del centro para personas con discapacidad López Ambit de El Palmar: en las últimas semanas vienen detectando que sus hijos, hermanos y parientes que tienen una plaza en esta residencia no llevan las zapatillas, pantalones, camisetas, jerseys o chaquetas que les traen de casa o que les compran para que la estrenen durante su estancia en este centro o en las excursiones que realizan.

Así lo han hecho saber a través del grupo de WhatsApp que tienen los propios familiares para comunicarse entre ellos. La ‘liebre’ saltaba hace apenas unos días, cuando una mujer escribía mostrando sus quejas porque a su familiar le habían puesto unas zapatillas deportivas que no eran de su talla y que les quedaban pequeñas.

Rápidamente los mensajes de más afectados se sucedían en este grupo, en los que se evidenciaba que a ellos también les estaba pasando lo mismo. «No sabemos qué es lo que está pasando, si es que la ropa que nosotros le llevamos la guardan en alguna parte o se la quedan, pero lo que está claro es que desaparece», afirma en declaraciones a La Opinión otra madre que prefiere mantenerse en el anonimato.

«Les ponen ropa que está rota, a veces sin botones ni cremalleras. He tenido que coserle y arreglarle la ropa a mi hijo, cuando se supone que todas las prendas deben llevar el nombre de cada usuario», añade.

Las trabajadoras reclaman más personal

Por su parte, algunas de las trabajadoras de este centro reclaman un refuerzo en la plantilla y sostienen que la ropa es enviada a una "lavandería externa y ajena" al centro que, una vez que la limpia, la clasifica y es seleccionada por sus propios empleados.

En este sentido, estas trabajadoras, en declaraciones a este periódico, lamentan que no pueden detenerse a comprobar una por una las prendas de los distintos usuarios que les seleccionan desde la empresa "porque no tendríamos el tiempo suficiente" para realizar el resto de tareas y actividades que hacemos en el centro.

Desde la Consejería de Política Social afirman que, en ocasiones, los 57 usuarios de este centro «se cambian varias veces de ropa dentro de una misma jornada por diversos motivos, entre ellos, porque se manchan las vestimentas durante la realización de dinámicas y actividades programadas».

«Esta situación puede conllevar a que, en algún momento, se produzcan determinadas equivocaciones en el reparto de ropa, pero se trata de hechos aislados que se solventan por parte del personal de atención directa sin mayores consecuencias», añaden.

Por último, explican que desde la dirección del centro «se está elaborando un protocolo de seguimiento de la ropa de los usuarios, para reforzar el control de los cambios que se producen e indicando el personal responsable en todo el proceso».