Especial Fiestas de San Antón 2024

El barrio murciano de San Antón recupera fervor y tradición este 2024

Sus populares fiestas patronales rinden culto a San Antón y San Fulgencio hasta el próximo domingo y hoy es el día grande, con la procesión del patrón y la tradicional bendición de los animales

San Antón

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La Opinión

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Las populares Fiestas de San Antón han vuelto a llenar de alegría uno de los barrios más auténticos de Murcia, con numerosos eventos programados durante todo enero en honor al patrón, San Antón, y a San Fulgencio, titular de otra de las hermandades que integran la Real y Muy Ilustre Cofradía de San Antón.

Como reza el refrán «Hasta San Antón, Pascuas son», la familia ‘sanantonera’ continúa compartiendo estos momentos especiales deseosos de prolongar la festividad.

El pasado martes 9 y miércoles 10 de enero, las festividades comenzaron con el embolsado de panecillos en la Parroquia. El jueves 11 marcó el inicio del tríduo en la Ermita, donde se rindió homenaje a D. Antonio Guillamón con el descubrimiento de una placa conmemorativa. El viernes 12 incluyó el desfile y bendición de panecillos, seguido por la lectura del pregón a cargo de D. Alfonso de la Cruz. Durante el sábado y domingo, se llevó a cabo la admisión de nuevos cofrades.

El martes, la misa en honor a San Fulgencio en la Ermita precedió a una procesión con la participación de los Caballeros de San Fulgencio y el Seminario de S. Fulgencio. Este miércoles, se celebrará la misa en honor a San Antón y la tradicional bendición de animales, repitiéndose el acto por la tarde a las 19.30h., seguido de la procesión por las calles del barrio. Como novedad, los niños de catequesis de comunión de la parroquia han elaborado artesanalmente una farolillo con el que acompañarán el 17 por la noche al santo por las calles del barrio. Estos farolillos son una primicia dentro de la cofradía, pues nunca antes se habían hecho.

El jueves estará dedicado a la adoración, mientras que el viernes se celebrará la vigilia a San Antón. El sábado, a las 11 horas, tendrá lugar la XVIII Fiesta Infantil Benéfica en el Jardín de La Seda, y a las 19.30 horas, la Misa con ofrenda de rosas a San Antón en la Parroquia. Las festividades culminarán el domingo 21 de enero con la Misa de Familia y la procesión de retorno a la parroquia.

Novedades de las fiestas de 2024

Entre las novedades para las Fiestas de San Antón 2024, destacan:

Énfasis en los niños cofrades: Se involucrará a los niños de distintos centros educativos y de catequesis en la elaboración de farolillos artesanales de colores. Estos farolillos acompañarán al santo en la procesión de San Antón, fomentando el conocimiento de la tradición entre los más pequeños.

Recuperación de actos de convivencia cofrades que son señeros de la Cofradía: La jornada conocida como ‘Marranico’, que reunió en noviembre del año pasado a cofrades, miembros de otras cofradías y hermandades así como diversos colectivos del barrio para disfrutar de un día de convivencia y fortalecer relaciones humanas y cofrades.

Cena cofrade: al igual, se ha recuperado la cena cofrade, y que tuvo lugar el pasado sábado tras la Función Principal, y con el fin último de que los cofrades compartan experiencias durante las festividades patronales.

Hermanamiento con otras hermandades: se pretende fomentar el culto a San Antón a través del hermanamiento con la recién creada Hermandad de San Antón de Las Torres de Cotillas, siendo inspiración y ejemplo para la misma en sus futuros actos propios. De hecho, la Real y Muy Ilustre Cofradía de San Antón ha sido distinguida como «madrina» de dicha hermandad, inspirando y sirviendo de ejemplo para futuras colaboraciones.

El Ermitaño Distinguido

El venerable ermitaño, vestido con una túnica adornada con grandes cruces en forma de ‘T’, se lanza con determinación contra el dragón que se retuerce a sus pies, infligiéndole heridas con su báculo. A su lado, aparece un pequeño ser que evoca la protección que el Santo brinda a estas criaturas, según la hagiografía (el himno actual también hace referencia a esa protección). La cabeza, auténticamente esculpida, muestra una expresión intensamente conmovida, con una barba frondosa, cabellos agitados y arrugas que reflejan un realismo excepcional, acorde con la nobleza venerable que emana de la figura. Las facciones ostentosas revelan un movimiento interno de agitación airada. Las ropas, de fabricación sencilla y pintura modesta, completan la imagen.

La Ermita Histórica

En Murcia, el 14 de febrero de 1447, Gil Rodríguez de Junterón propone a Pedro Ponce, en nombre de la Cofradía de San Antón, como cuidador de la residencia y ermita. Posteriormente, se sumaría a él un fraile de Castrojeriz (Burgos) como guardián de la ermita. Ciudadanos ilustres conformaban la cofradía, que no solo era un lugar de culto y devoción popular, sino también un núcleo esencial de sociabilidad cuyas festividades constituían un gran acontecimiento para la ciudad. La inundación de San Calixto en 1651 causó graves daños a la ermita y al pequeño hospital adyacente.

Sin embargo, las obras de reparación no pudieron llevarse a cabo hasta cuarenta y ocho años después, con la intervención del Obispo Antonio Medina Chacón. El Cardenal Belluga financió el escudo, colocado sobre el dintel del hospital. En 1770, se completaron las obras de reconstrucción, y Felipe V le otorgó el título de Real Casa, incorporando las armas de Castilla y el toisón de oro en el emblema heráldico como símbolo de protección regia.

La Fachada Emblemática

La decadencia de esta institución ocurrió a finales del siglo XVIII debido a la disminución de enfermos contagiosos. En 1787, el Papa Pío VI decretó la extinción de la Orden de los Hermanos de San Antón, solicitada por el Rey Carlos III, al desaparecer los motivos que dieron origen a esta institución. El Ayuntamiento vendió terrenos y propiedades del hospital a particulares, quedando solo la ermita, que disfrutaba de gran devoción por la protección que el santo proporcionaba contra las epidemias de animales. El interior, completamente renovado, presenta una sola nave con altares laterales y un presbiterio rectangular. El coro se ubica al fondo. El templo destaca por su cimborrio con cuatro pilastrones salientes, formando un cuadrado sobre el cual se alza una cúpula octogonal. La transición del cuadrado al octógono se realiza mediante pechinas. En el exterior, una fachada con un gran lienzo liso alberga la portada con dos pilastras, un dintel ornamentado con tres recuadros y un frontón curvo partido que alberga un relieve del santo titular. Un óculo decorado con una gran clave y una pequeña espadaña en el centro coronan la composición. El atractivo principal de la ermita radica en albergar una de las imágenes más expresivas de Francisco Salzillo, el ‘San Antón’, que da nombre al lugar.

La suerte de los ‘panecillos’ de San Antón

La Navidad se estira hasta el 17 de enero, apurando las tortas y rollos olvidados, porque «hasta San Antón Pascuas son». Según la tradición los panecillos de San Antón se ofrecían al Santo para que bendijese los animales, y los cuidase de la peste y de otras plagas, y así dar una buena producción. Con el pasar de los años los animales han cambiado de hospedaje ya no se tienen en las casas, si no en las granjas especializadas. Hemos cambiado las gallinas, conejos, cerdos, etc. por los gatos, perros, pájaros y algún que otro animal exótico. Claro que las casas tampoco dan para mucho más. La tradición de estos panecillos se sigue llevando a cabo y es la Parroquian San Francisco Javier-San Antón la encargada de su confección, con harina, agua y sal, cuya creciente recibe el nombre de ‘Divina’ porque se guarda de un año para otro. Los ingredientes y la elaboración es como la de un pan casero. El peso aproximado de cada panecillo es de unos 5 gramos aunque aseguran que ya lo tienen medido, el tamaño es similar a un garbanzo. Dicen los vecinos que si quieres atraer la fortuna debes guardar la bolsita de panecillos junto a tu monedero durante un año. Pero si eres soltero estos panes te ayudarán a encontrar pareja.