Feria de Septiembre

Consumur considera ilegal el cobro de un 10% adicional del servicio de mesa en los Huertos del Malecón

La organización ha detectado también la inexistencia de hojas de reclamaciones, así como del cartel informativo de la disposición de las mismas 

Comensales en los Huertos del Malecón 2021.

Comensales en los Huertos del Malecón 2021. / Juan Carlos Caval

L.O.

La Asociación de Consumidores y Usuarios en Red (Consumur) ha realizado una visita a los distintos Huertos del Malecón de la Feria de Murcia, a fin de verificar si los mismos se ajustan al deber de información que establece la normativa en materia de defensa de los derechos de los consumidores y usuarios, así como detectar también cualquier situación irregular. 

En relación a los precios de los productos, la organización recuerda que éstos vienen fijados por el Ayuntamiento de Murcia, que en este caso anunció que se mantenían igual que el pasado año, haciendo público los precios de los productos. No obstante, cabe destacar que se ha detectado un caso concreto de un Huerto donde el precio dista del regulado por el Ayuntamiento. 

La asociación ha hecho un estudio comparativo de estos precios con los que ofrecen nueve bares del municipio de Murcia. Para ello se han seleccionado seis productos típicos de los Huertos, como son una caña y una jarra de cerveza, refrescos, una catalana, una tapa de lomo y una de tortilla de patatas. De los precios de estos productos en los bares se ha obtenido una media, siendo algunos de los resultados los siguientes: 

  • Una caña, 8,5% menos de precio en los huertos que en los bares
  • Un refresco de cola, 20% menos de precio en los huertos que en los bares 
  • Una tapa de lomo, 17% menos de precio en los huertos que en los bares, aunque en algún bar el precio era el mismo que en los bares. 
  • Una catalana, 20% menos de precio en los huertos que en los bares, pero igualmente hemos detectado algún bar que ofrecía la misma más económica y otros con los mismos precios que en los huertos. 

La organización considera que las diferencias de precios son poco significativas, teniendo en cuenta que los Huertos del Malecón no tienen gastos propios de un local de hostelería (personal, agua, luz, local, entre otros). 

En cuanto a las raciones, salvo en algunos productos que son similares en cualquier establecimiento (por ejemplo, una morcilla), no suelen ser más generosas en los huertos que en los bares, e incluso en algunos huertos incluso más pequeñas. 

Consumur considera necesario, de cara al próximo año, la revisión de los precios, dado que aunque parece razonable que haya un margen de beneficio que suponga un añadido para cubrir parte del mantenimiento y actividades de la peña, este beneficio no puede ser desproporcionado al carácter de entidad sin ánimo de lucro que tiene la misma y al conjunto de gastos que supone llevar a cabo una actividad como esta. 

La organización entiende la "competencia desleal" razonable por tratarse de un acto que sirve también para la promoción turística del municipio, que los huertos tienen respecto a los establecimientos ordinarios de restauración, pero deben ser de forma proporcional y también teniendo en cuenta el público destinatario, que es de todas las condiciones sociales y económicas. 

En cuanto a la obligación de informar sobre los precios, la organización ha comprobado que prácticamente ninguno, salvo alguna excepción, tiene la lista de precios al entrar. La mayoría disponen de código QR para consultar la carta y los precios, aunque si solicitas la carta física te la proporcionan para su consulta. 

En prácticamente la totalidad se puede pagar tanto con tarjeta como en efectivo, salvo en un caso que solamente aceptaba efectivo. 

Una de las principales irregularidades detectadas por la organización es el cobro adicional, por la práctica totalidad de los Huertos, de un 10% para el servicio en mesa. En otros casos se cobra el servicio de terraza, también con un 10% adicional. Ambos cargos vulneran la normativa, con independencia de que se informe en la lista de precios, que, salvo alguna excepción, tampoco queda reflejado. 

Consumur considera que se trata de una ilegalidad dado que cualquier cargo adicional debe corresponder a un servicio adicional y no al servicio principal contratado por el cliente. El servicio de mesa, de terraza, el cubierto u otros conceptos similares forman parte de la prestación principal de los Huertos y, por tanto, no debe suponer ningún coste adicional a los consumidores. 

Irregularidades y confusión entre los consumidores

Otras de las cuestiones verificadas por la organización ha sido el cobro del pan, dado que el pasado año se recibió la queja de una consumidora que denunció el cobro del pan sin haberlo previamente solicitado. En este sentido, es preciso matizar que es legal el cobro de pan o aperitivos que, aun no siendo solicitados, se proporcionen, siempre y cuando se informe previamente que nos lo van a cobrar y venga reflejado en la lista de precios. 

También se ha comprobado que algunas tapas, como el lomo, tocino o sobrasada, incluyen en su precio el pan, pero otras no, por lo que de solicitarlo, se cobra aparte. La organización considera necesario mejorar la información al respecto, dado que puede generar confusión en los consumidores, ya que en los bares es habitual que este tipo de tapas incluyan el pan en su precio. 

En relación a los productos que se ofrecen, aunque algunos huertos disponen de un cartel relativo a las intolerancias alimentarias, la organización considera que existe falta de información al consumidor, que puede conllevar problemas de salud precisamente en caso de intolerancias, además de suponer un fraude, como en el caso del “ajo”. Se trata de un producto que está prohibida su venta si se utiliza huevo en su elaboración casera. La organización ha detectado que en algunos huertos se utiliza leche para su elaboración, siendo por tanto el resultado un producto sucedáneo del “ajo”, pero que se ofrece como “ajo”, suponiendo esto un fraude, dado que no puede anunciarse como tal un producto que no esté elaborado con sus ingredientes originales. Igualmente se debe informar al consumidor, y no se hace, cuando el “ajo” sea elaborado industrialmente. No hablamos en ninguno de estos casos del “ajo” típico de Murcia, sino de un producto más parecido al “alioli”. 

Otra de las principales irregularidades detectadas ha sido la inexistencia de hojas de reclamaciones, así como del cartel informativo de la disponibilidad de las mismas, que la organización recuerda que es obligatorio. 

Otras cuestiones, como el cumplimiento de las condiciones que han de reunir las personas que manipulan los alimentos, así como el mantenimiento de los mismos, no han sido verificadas por la organización, por entender que han sido ya comprobadas por la Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Murcia, dado que es de su competencia, aunque en este sentido la organización no tiene dudas del cumplimiento de estas cuestiones. 

La calidad de algunos productos es mejorable, especialmente en aquellos que requieren de una elaboración in situ por las peñas. No obstante, el servicio que se ofrece va mejorando cada año, teniendo en cuenta que las personas que lo prestan no son profesionales del sector, sino que forman parte de la organización, como socios y voluntarios de las distintas peñas. 

Hay mejoras significativas en cuanto a la gestión del servicio, pudiendo señalar que la mayoría de los Huertos han incorporado una aplicación móvil para agilizar la preparación de los pedidos, ganando así en tiempo y organización. 

No obstante, Consumur considera necesario seguir avanzando en el cumplimiento de cuestiones que afectan a los consumidores, por lo que trasladará próximamente las mismas tanto a la Federación de Peñas como al Ayuntamiento de Murcia, ofreciéndose a colaborar en cualquier cuestión que se considere. 

Para el Presidente de CONSUMUR, Roberto Barceló Vivancos, “las fiestas, las tradiciones, los Huertos, deben mantenerse, pero ello no es incompatible con que la calidad de los mismos cada año sea mayor y que cumpla la legalidad vigente. La ciudadanía merece en ese sentido el máximo respeto. Aunque la Feria sea motivo de celebración, hay cuestiones que ni las Administraciones ni en este caso las Peñas, pero tampoco los ciudadanos debemos descuidarnos. Hemos de ser muy exigentes con la calidad que se debe de dar para responder, por un lado, a la seguridad alimentaria y la calidad de los productos; por otro lado, la calidad de la atención y de los servicios en general que se ofertan. Los precios deberían ser también proporcionados a la exención que tienen de pagos que los locales de hostelería sí realizan, como puede ser el gasto de personal, local, luz, agua, entre otros”.