Ballesta recupera el bastón de mando: "Quiero una Murcia plural y cosmopolita"

El nuevo alcalde de la capital hace un llamamiento para desterrar el «desencanto» y el «sentimiento de inferioridad» e invita a los murcianos a mirar hacia el futuro con «coraje y valentía»

La toma de posesión de José Ballesta ha sido la más multitudinaria de la historia del municipio.

La toma de posesión de José Ballesta ha sido la más multitudinaria de la historia del municipio. / Juan Carlos Caval

Alejandro Lorente

Alejandro Lorente

«Como decíamos ayer...», estas fueran las primeras palabras de José Ballesta tras recuperar ayer la Alcaldía de Murcia. El nuevo regidor de la capital hacía así referencia a las célebres palabras que pronunció Fray Luis de León en su primera clase en la Universidad de Salamanca tras pasar cuatro años en la cárcel en Valladolid. La Inquisición le encerró en 1572, como sospechoso en materia de fe y acusado de haber traducido a la lengua vulgar libros santos. José Ballesta no ha pasado por la cárcel, pero su calvario como silente líder de la oposición en Murcia tras la moción de censura pactada por PSOE, Cs y Podemos en marzo de 2019 lo ha debido de vivir con un ánimo estoico para coger prestadas esas palabras que vienen a simbolizar algo así como la reafirmación de un espíritu inquebrantable, firme en sus convicciones ante las adversidades y los reveses del destino. Regresa Ballesta al Gobierno de Murcia y con él lo hace el PP y su mayoría absoluta de 15 concejales, por 8 del PSOE y 6 de Vox. Todos ellos juraron o prometieron sus cargos ante un auditorio, el Salón de Plenos, lleno hasta las pajareras de familiares, amigos, y autoridades civiles, políticas, sociales, militares y eclesiásticas. Entre otros, acudieron a la cita el presidente autonómico Fernando López Miras, el obispo José Manuel Lorca Planes, el fiscal superior de la Comunidad, José Luis Díaz Manzanera, o el empresario Tomás Fuertes.

La familia del PP ovaciona al nuevo regidor de Murcia

La familia del PP ovaciona al nuevo regidor de Murcia / Juan Carlos Caval

El nuevo alcalde de Murcia intervino en dos ocasiones, una vez para defender su candidatura y la otra para celebrar su investidura. Como es habitual en él imprimió a la pausada cadencia de sus palabras una notable carga poética y filosófica, plagada de citas, desde Fernando Pessoa a Adolfo Suárez. Más allá de planes concretos y objetivos políticos, en los que no se detuvo demasiado tiempo, Ballesta prefirió trasladar a los presentes dos ideas fundamentales. Por un lado hizo un llamamiento a abandonar el «complejo de inferioridad» y el «fatalismo histórico» que sobrevuela en el ánimo de algunos murcianos, a los que pidió afrontar el futuro «con coraje y valentía». Por otro lado, puso mucho empeño en explicar la importancia de que la política recupere su dignidad. En este sentido, recordó que «son muchas las expectativas que han depositado en nosotros los murcianos y todos ganaremos en credibilidad si somos capaces de atenderlas». Por ello apostó por «darse la mano y no la espalda, porque creo que los acuerdos son los que transforman la sociedad y la hacen avanzar».

En el Salón de Plenos no cabía un alfiler, y se tuvieron que habitar otras espacios con pantallas

En el Salón de Plenos no cabía un alfiler, y se tuvieron que habitar otras espacios con pantallas / Juan Carlos Caval

El primer edil de Murcia sostiene que ha llegado el momento de anteponer los intereses colectivos a los personales y de situar al bien común «por encima de cualquier interés particular». También destacó que trabajará para construir una ciudad «abierta, plural, cosmopolita, vertebrada territorialmente, cohesionada socialmente, con planes municipales compartidos, bien reflexionados y mejor ejecutados» y apostó por «un proyecto de ciudad que dinamice los sectores sociales y económicos y ponga en valor al capital humano local». Esa Murcia con la que sueña Ballesta está llena de oportunidades, es «alegre y vibrante» y un lugar «donde nuestros hijos y nietos pueden desarrollarse». 

El exalcalde José Antonio Serrano se comprometió a ejercer una oposición crítica y constructiva.

El exalcalde José Antonio Serrano se comprometió a ejercer una oposición crítica y constructiva. / Juan Carlos Caval

Fueron varias las ocasiones en las que al nuevo regidor se le quebró la voz por la emoción, mientras repasaba algunos de sus compromisos para con los murcianos. Otro momento emotivo fue cuando se dirigió a los veteranos exconcejales populares Eduardo Martínez-Oliva y Felipe Coello para agradecer su impresionante hoja de servicios con el Partido Popular. «He aprendido mucho de vosotros», les dijo evitando mirarles a los ojos para no volver a emocionarse. A su equipo de 14 concejales, con una sonrisa cómplice, les advirtió lo que espera de ellos: La máxima entrega y dedicación «desde el alba, hasta la madrugada; de lunes a domingo, los 365 días del año, porque la misión encomendada merece la pena». 

La violencia de género se cuela en el Pleno 

La polémica que se ha generado en la Comunidad Valenciana a cuenta del pacto entre PP y Vox que incluye como promesa luchar contra la ‘violencia intrafamiliar’ en lugar de ‘violencia de género’, se coló ayer en el Consistorio murciano, durante el acto de investidura de José Ballesta. 

El presidente de la Comunidad en funciones, Fernando López Miras, señaló que él solo puede responder por lo que firma, «y lo que digo es que la violencia de género sí que existe, que es una lacra y que entre todos tenemos que desterrar a los maltratadores de nuestra Región, de nuestro país, y del mundo; tenemos que perseguir a aquellos que maltratan, agreden y, por supuesto, a los que terminan con la vida de sus parejas, de las mujeres». 

Por su parte, el líder de Vox en Murcia, Luis Gestoso, al ser preguntado por una periodista por las declaraciones del número 2 de Vox en Valencia, que sostiene que «la violencia de género no existe», señaló que «no voy a entrar en si la violencia machista, como término ideológico, existe o no, existen personas que agreden a mujeres, a las personas mayores, a niños, eso es indiscutible que existe, pero lo que no voy a comprar es lo que lleva implícito esta clase de preguntas».

Afluencia masiva

En el Consistorio murciano no cabía ayer ni un alfiler. Los populares cursaron cerca de 600 invitaciones y tuvieron que habilitar varias salas municipales para acomodar a todos aquellos que quisieron arropar a Ballesta en su puesta de largo como alcalde de Murcia. En estos espacios se habilitaron varias pantallas para poder seguir el desarrollo de la sesión constitutiva. Los populares se marcaron como objetivo, y consiguieron, la toma de posesión más multitudinaria de la historia del municipio. 

López Miras no quiso perderse la investidura en una de las grandes conquistas populares tras el 28M.

López Miras no quiso perderse la investidura en una de las grandes conquistas populares tras el 28M. / Juan Carlos Caval

También intervinieron en el acto, durante la defensa de sus candidaturas, José Antonio Serrano y Luis Gestoso. El ya exregidor socialista se comprometió a liderar una oposición dialogante: «Hay muchas formas de hacer política, pero la que nunca falla es la de la gestión transparente dirigida a mejorar la vida de los vecinos; en el lugar donde nos toque estar, el PSOE demostrará el sentido institucional que siempre ha mostrado y desarrollará una oposición crítica, pero también constructiva para que este municipio avance». Serrano sacó pecho de algunos de sus logros, entre otros, citó el plan de movilidad, para «eliminar el coche como primera opción para moverse», y el aumento de la plantilla policial. 

Luis Gestoso, tras jurar su cargo como concejal de la Corporación municipal

Luis Gestoso, tras jurar su cargo como concejal de la Corporación municipal / Juan Carlos Caval

Por su parte, Gestoso resaltó el «resultado histórico» obtenido por su partido «duplicando» el número de concejales y de votantes en las pasadas elecciones municipales. «Vamos a ser una oposición leal con Murcia y con España; el mandato del pueblo ha sido que no quieren políticas de izquierdas en este Ayuntamiento».

 A partir de ahora, todo dependerá de los acuerdos que se adopten en un Pleno en el que el PP de José Ballesta tendrá las manos libres para hacer y deshacer a su antojo.