Arqueología

Los arqueólogos trabajarán en San Esteban en una nueva zona en la que había tres comercios

El equipo de expertos de la UMU inician la tercera campaña de excavación en el yacimiento, que se podrá visitar desde el 15 de mayo

Los arqueólogos volvieron a pisar ayer el yacimiento de San Esteban.

Los arqueólogos volvieron a pisar ayer el yacimiento de San Esteban. / L. O.

Ana García

Ana García

La nueva campaña de excavaciones que se ha iniciado en el yacimiento de San Esteban se centrará en tres espacios: una vivienda de grandes dimensiones que se quedó a medio excavar en la anterior fase y que cuenta con unas 12 habitaciones; continuarán los trabajos también en la zona de la maqbara (cementerio) y se abrirá una nueva área de trabajo, frente a la vivienda del recinto 2, en la que los especialistas ubican tres tiendas o talleres de actividad comercial y que no se ha descubierto desde los trabajos iniciales de 2009.

Los arqueólogos de la Universidad de Murcia (UMU) ya están de nuevo sobre el terreno en el yacimiento de San Esteban. Este viernes, 5 de mayo, iniciaron la que será la tercera campaña de excavaciones tras el parón de tres años y medio que han sufrido, con la pandemia de coronavirus por medio.

En este tiempo los especialistas no han estado parados, ya que han aprovechado para llevar a cabo todo el trabajo de laboratorio, de procesado y estudio de las muestras, lo que también les ha permitido publicar varios artículos científicos sobre lo que se ha encontrado hasta el momento en el Arrabal de la Arrixaca, fechado en los siglos XI - XII, según indican los integrantes del equipo.

La nueva campaña ha sufrido varios retrasos, pero los arqueólogos han regresado para sacar a la luz cómo era la vida de los murcianos que habitaban esta zona hace más de mil años.

Al frente de la misma se encuentra el director de la excavación, Jorge Eiroa, quien este viernes estaba acompañado por los codirectores, Alicia Hernández y José Ángel González. Junto a ellos también se encontraba María Haber, responsable de Antropología; Pilar Vallalta y José Fina Monteagudo, directoras de Restauración; Mireia Celma, arqueobióloga; y Carmen Martínez, arqueologa municipal del Ayuntamiento de Murcia. Así como el equipo de la empresa de mantenimiento que prestará apoyo al equipo de la UMU para la consolidación de las zonas, la limpieza y reposición de los geotextiles.

Esta campaña se prolongará durante dos meses, hasta el 5 de julio, y tras este tiempo los especialistas volverán al laboratorio para estudiar los restos.

Según explica Alicia Hernández, los trabajos se centrarán en continuar la excavación del recinto 2, una gran vivienda de 300 metros cuadrados que quedó a medio en la última campaña de 2019; pero también se retomarán los trabajos en la maqbara y al otro lado de la calle central, donde los expertos ubican tres posibles tiendas que tendrían entrada independiente a otra vivienda que está justo a sus espaldas.

Restos de podas como combustible

En la última fase finalizaron la excavación del recinto 1, un inmueble a modo de hospedería en el que se alojaban los comerciantes que visitaban la ciudad. Uno de los de mayor tamaño, ya que tiene unos 400 metros cuadrados.

Esto permitió publicar artículos sobre, por ejemplo, las maderas y carbones utilizados, el origen de dónde los extraían y se constaró que los habitantes del Arrabal usaban los restos de poda de la huerta como combustible, «lo que muestra la conexión del entorno rural y el urbano».

Los trabajos también fueron intensos en la zona del cementerio, donde dirigió las excavaciones María Haber, y donde se terminó de excavar la zona del oratorio y los enterramientos más cercanos al edificio, donde se hayaron hasta tres niveles superpuestos de cuerpos. «Ahora seguirán profundizando, ya que no está claro si puede haber algún nivel más, al tiempo que se trabajará en la zona sur del cementerio», apunta Alicia Hernández.

Murcia tendrá un Centro Municipal de Arqueología

La Junta de Gobierno daba ayer luz verde a dotar con dos arqueólogos el Centro Municipal de Arqueología, que de esta manera comenzará a funcionar de manera inmediata. La misión de este centro será colaborar activamente en una adecuada protección del patrimonio histórico y arqueológico del municipio, así como de los elementos y edificios susceptibles de estudio arqueológico. Así, entre las actividades principales que se llevarán a cabo destacan la coordinación de servicios, la realización de informes y proyectos, así como la inspección de trabajos.

Sobre el estado en el que se han encontrado el yacimiento casi cuatro años después de haberse marchado, los arqueólogos son optimistas, aunque Vallalta reconoce que «el geotextil está arrasado» y tendrán que darle la vuelta para proteger los restos.

«Los recintos no parecen haber sufrido daños, la estructuras se conservan, excepto algún muro que se ha caído porque se había excavado demasiado en la zona y no estaba consolidado, al ser de tierra haber sufrido las lluvias», explica la codirectora.

Además, los arqueólogos trabajan para recuperar las visitas de particulares y grupos lo antes posible, probablemente a partir del 15 de mayo, para lo que habrá que inscribirse en la web del Ayuntamiento de Murcia.