Patrimonio

El convento de Las Anas de Murcia, hacia el BIC

Las dominicas pidieron en 2016 la protección para sus dependencias, el templo y la huerta y el Gobierno regional ha aceptado la solicitud

Desde Alfonso X El Sabio solo se puede ver la fachada del convento de Santa Ana: no se intuye el patrimonio que tiene.

Desde Alfonso X El Sabio solo se puede ver la fachada del convento de Santa Ana: no se intuye el patrimonio que tiene. / Marcial Guillén (EFE)

Virginia Vadillo (EFE)

En pleno centro de Murcia, once monjas de clausura viven en el entorno privilegiado del convento de Santa Ana, seis hectáreas para las que estas dominicas pidieron en 2016 la protección de bien de interés cultural (BIC) que será una realidad en breve al haber aceptado el Gobierno autonómico su solicitud.

Desde el paseo de Alfonso X El Sabio, donde se ubica, solo se puede ver la fachada de la iglesia y la puerta de entrada al convento, lo que hace difícil intuir el enorme patrimonio que hay tras esas paredes, no solo por su amplitud, sino por las múltiples obras de arte barroco que atesora entre pinturas, esculturas, tejidos, joyas, orfebrería y libros y documentos históricos.

En el espacio viven ahora once monjas, seis de ellas de más de 85 años

"Sabemos muy bien lo que tenemos y dónde estamos", indica a Efe sor Isabel María, priora del convento, en una entrevista con motivo del inicio del expediente del BIC, para el que firmó la solicitud que incluía solo los dos edificios principales: la iglesia, la única parte abierta al público, aunque ya no se ofician en ella misas diarias ni dominicales, y el convento, donde residen las once hermanas, seis de ellas de más de 85 años.

Por eso se sintió muy molesta cuando recibió en su teléfono móvil un recorte de prensa en el que la Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia hacía público el inicio del expediente y explicaba que lo había solicitado en 2017, un año después que ellas, y llevado después al Defensor del Pueblo.

"Nos ha molestado mucho que nadie de esa asociación, de la que no teníamos conocimiento, haya contactado con nosotras en todo este tiempo para decirnos que iban a solicitar el BIC y más aún que se nos relacione con quejas ante el Defensor del Pueblo que nunca hemos emitido", insiste.

Las Anas, como se conoce popularmente, fue instaurado en el año 1490 por un grupo de religiosas de Jaén

Dice que las administraciones se mostraron colaborativas en todo momento, ya que a los pocos meses de cursar la solicitud visitaron las instalaciones los técnicos de la Dirección General de Patrimonio y fueron ellos los que sugirieron ampliar el ámbito de protección también a la huerta anexa al convento.

El convento de Santa Ana pronto será Bien de Interés Cultural

El convento de Santa Ana pronto será Bien de Interés Cultural / Marcial Guillén (EFE)

Es el espacio del conjunto de mayor tamaño y en ella crecen principalmente naranjos, mandarinos y limoneros, además algunas palmeras, aguacateros y ciruelos cuyos frutos usan las monjas para elaborar los dulces que venden desde hace más de seis décadas y que son, según la priora, "la fuente de sustento" de su comunidad.

Este espacio es un elemento especialmente singular porque conserva el sistema tradicional de riego por inundación de la huerta murciana con el agua de la histórica acequia mayor Aljufía que pasa bajo su suelo.

Tras la visita de los técnicos, la congregación recibió una notificación de que los trámites para la protección se pondrían en marcha y han esperado estos cinco años pacientemente. La administración tiene ahora otros dos para formalizar la figura de protección.

El convento de Santa Ana pronto será  Bien de Interés Cultural

El convento de Santa Ana pronto será Bien de Interés Cultural / Marcial Guillén (EFE)

El convento de Las Anas, como se conoce popularmente, fue instaurado en 1490 por un grupo de dominicas procedentes de Jaén. Entonces no era más que "una capilla y una casa", propiedades que fueron aumentando con los años hasta el conjunto actual.

La iglesia, la parte más conocida, es la tercera de las que ha tenido y sus dimensiones son mucho mayores de lo habitual para un centro de clausura, explica la priora, con un retablo mayor con 13 esculturas de Francisco Salzillo realizadas en diferentes etapas, de las que la de Santa Ana es considerada una de las obras maestras del imaginero barroco.