El Ayuntamiento de Murcia prevé simultanear la apertura al público de la primera fase de la Cárcel Vieja con la presentación de las obras que se llevarán a cabo en la segunda fase de ese histórico edificio en el centro de la ciudad, lo que se llevará a cabo este mismo mes de junio.
Durante la presentación de los proyectos con los que el Consistorio va a concurrir al programa de fondos europeos para rehabilitación de cinco edificios públicos emblemáticos, el vicealcalde y concejal de Fomento, Mario Gómez, ha informado que la Cárcel Vieja abrirá sus puertas "entre la próxima semana y la siguiente".
Las obras de la primera fase han sufrido un importante retraso en su recepción, ya que estaba previsto que las instalaciones abrieran al público a finales de febrero. No obstante, subsanados los problemas, Gómez ha indicado que ya está instalada en el inmueble la exposición sobre la historia del edificio y de su recuperación, que servirá para inaugurar el espacio. La apertura al público, ha dicho, coincidirá con la presentación del proyecto de reforma de la segunda fase, la más amplia, y que ya está concluido y está previsto que se financie con cargo a los fondos europeos Next Generation, con en torno a 7,5 millones de euros.
Rehabilitación de cinco inmuebles históricos
El vicealcalde y concejal de Infraestructuras, Contratación y Fomento, Mario Gómez, junto al titular de Programas Europeos, Iniciativas Municipales y Vía Pública, Juan Fernando Hernández, han presentado hoy las iniciativas municipales para la rehabilitación de cinco edificios emblemáticos del municipio, gracias a los fondos europeos Next Generation asignados al mecanismo de Recuperación y Resiliencia, en concreto, al programa de Impulso a la Rehabilitación de edificios Públicos (PIREP).
Gómez informó que se pretende recuperar el Palacio Almudí, las plazas de abastos Saavedra Fajardo y de Verónicas, el Museo Ramón Gaya y la segunda fase de la Cárcel Vieja. Proyectos por valor de más de 25 millones de euros que podrían estar cofinanciados por Europa en más de 12 millones de euros. De este modo, la cofinanciación estará repartida aproximadamente un 50% entre los fondos Next Generation y las aportaciones municipales. El presupuesto del proyecto para la rehabilitación del Palacio Almudí es de 4,6 millones de euros; el mercado de Saavedra casi 5 millones de euros; el museo Ramón Gaya 1 millón de euros; mercado de Verónicas, 7,1 millones, y la Fase II de la Cárcel Vieja (7,5).
Para el vicealcalde Mario Gómez, "se trata de unos proyectos que, gracias a los técnicos municipales de la concejalía de Fomento, junto con los de Programas Europeos y la financiación de los Fondos Next Generation, vamos a conseguir rehabilitar estos espacios, mejorando la eficiencia energética y los bienes de la administración local".
También ha destacado, la importancia de estos edificios y la necesidad de una mejora tras tantos años de abandono. "Los murcianos merecen tener unos edificios tan simbólicos en las mejores condiciones para su uso y disfrute, y es lo que estos proyectos persiguen".
Por su parte Juan Fernando Hernández ha manifestado que "esta convocatoria del PIREP tiene dos líneas, la primera engloba el proyecto en el mercado de Verónicas y la segunda fase de la Cárcel Vieja y la línea dos contempla el Palacio Almudí, el mercado Saavedra Fajardo y el museo Ramón Gaya".
Además, ha señalado que "Murcia aspira a lo máximo en este plan de rehabilitación de edificios públicos. Así las líneas de actuación son cinco: la eficiencia energética, sostenibilidad ambiental, accesibilidad, habitabilidad y la conservación del edificio".
Algunas de las mejoras previstas
Entre otras cuestiones, con los proyectos de rehabilitación y mejora energética se recuperarán espacios de dichos edificios como lugar de reunión y participación ciudadana, "como puede ser el ajardinamiento de la cubierta del Ramón Gaya o los espacios gastronómicos locales en los mercados municipales de Verónicas y Saavedra Fajardo", detallaron fuentes municipales.
Se plantean también medidas complementarias para conseguir la movilidad autónoma dentro de los edificios, eliminando barreras arquitectónicas y atendiendo las necesidades de personas con capacidades diversas, movilidad reducida, deficiencia cognitiva, visual y auditiva, favoreciendo su experiencia con la incorporación de áreas de descanso, señalización accesible, integración del braille, lengua de signos y pictogramas También se incorporarán herramientas inclusivas con la incorporación de nuevas tecnologías
