Corría enero del año pasado cuando la fachada de la iglesia del Padre Joseíco, en San Antón, amanecía llena de carteles en los que se pedía el fin de la pirotecnia. Varios vecinos de la zona explicaban entonces a esta redacción que los petardos, típicos en las fiestas del barrio, hacían daño no solo a sus mascotas, sino también a personas mayores y a los bebés.

A punto de vivir un nuevo San Antón, y con la resaca de las celebraciones de Nochevieja aún reciente, el problema con las pirotecnias de uso doméstico se presenta en estas fechas cada año.

En Navidad, la Policía Local de Murcia intensifica la mediación en los conflictos que surgen entre vecinos partidarios y detractores de la pirotecnia en fiestas, explican fuentes del Cuerpo.

Cuando una patrulla acude a un aviso de este tipo, puede pasar que el problema haya tomado ya tintes más serios (y acabe en agresión tras la discusión verbal, algo que no pasa en muchas ocasiones) o que simplemente se identifique a las personas que están tirando los petardos y se inste a que cesen en su empeño, ya que están molestando mucho a alguien.

La Policía no solo se dedica a mediar: recuerda que hay comerciantes (la mayoría, orientales que regentan bazares, según han observado los municipales) que se dedican vender de manera irregular este tipo de artilugios. Si se les pilla, se les sanciona. Este tipo de artefactos han de comprarse siempre, por pequeños que sean e inofensivos que parezcan, en establecimientos autorizados que cumplan con la normativa correspondiente.

El estruendo de cientos de petardos y otros artilugios de artificio que son lanzados en fiestas por Murcia (especialmente en zonas de huerta, apuntan desde la Policía) es una auténtica tortura para muchas personas y para sus mascotas. Fulgencio Fernández Buendía, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Murcia, recuerda que «los animales son muy sensibles a los cohetes», aunque es consciente de que la pirotecnia «es algo que no se va a poder prohibir».

Fernández Buendía comenta que, de momento, no tiene conocimiento del caso de ninguna mascota que haya fallecido en Murcia por petardos, y sabe que «la gente está muy sensibilizada», algo que achaca a «la excesiva humanización» de los animales.

En el municipio de Murcia hay una ordenanza de protección del medio ambiente que regula el tema de los ruidos, pero en ningún momento habla del tema de los petardos, indican fuentes municipales. A la pregunta de si se multa a la gente por lanzar este tipo de pirotecnia, desde el Consistorio apuntan que no, siempre que sus acciones no impliquen un peligro para terceros.